La mitad de la vida y contando
Dicen que San Valentín de Roma en realidad eran tres
tipos: dos obispos y un médico. Un obispo curaba la epilepsia y el médico hacía
de celestino y casaba a los enamoradizos soldados de la legión romana. Como
todas las fiestas cristianas, su origen es pagano y se remonta a los ritos lupercales,
pero resulta que de tooodo el santoral, esta es la única fecha que tiene un
gran significado para nosotros.
Con o sin santo,
con o sin corazoncitos, Carol y yo celebraremos por siempre este día.
Tal vez ya les he platicado que fue un domingo 14 de febrero de 1999 cuando nos
entregaron nuestro primer depa en pleno centro de Monterrey, en la esquina de
Zaragoza y Ruperto Martínez. Para mí fue un domingo de harto de trabajo, como
eran todos en el periódico El Norte y al salir dela redacción, ya con las
llaves del depa en la mano, simplemente emprendimos una pequeña mudanza y sin
protocolo alguno estrenamos esa noche nuestro primer nido de amor. No fue algo premeditado ni planeado para que cayera en
esa fecha. Simplemente así se dio y fue esa la primera de 8 mil 760 noches
compartidas. Desde entonces todas las noches de nuestras vidas nos sorprenden
en la misma cama.
Tal vez en aquel entonces a más de uno le habría
sorprendido saber que casi un cuarto de siglo después estaríamos juntos, pero
por lo que a nosotros respecta no había dudas y de una forma u otra sabíamos
que sería para siempre. Hoy cumplimos 24 años y tomando en cuenta que tengo 48
de edad, hoy ya puedo decir que llevo
compartiendo exactamente la mitad de mi vida con mi esposa, así que este día y siempre hay motivos de sobra para festejar
La mitad de la vida y contando. Inicia la cuenta
regresiva rumbo a las bodas de plata.
Te amo Conejita