cinco horas y media fuera de este mundo
Derrumbes y borrones, la
cinta en blanco al amanecer. Derrumbes, borrones y la cinta en blanco. Viento,
viento, rabiosísimo viento. Nuestra casa volará como la de Dorothy y yaceremos
en los terruños del Mago de Oz. Por lo que a la red duermevelera respecta solo
recuerdo algo en torno a la inconveniencia de llevar botas y niños a las manifestaciones. Cinco horas y
media de clona- sueños inducidos; cinco horas y media fuera de este mundo.
Despertar a las 5:22 a.m. ¿Fue el viento o la vejiga? Sacar al Pappo al
amanecer ante la tenacidad del Santa Ana frío. Dejemos hablar al viento, dijo
Onetti y sí, vaya que lo dejamos. No se calla el jijo de la chingada.