Eterno Retorno

Monday, July 12, 2021

Por supuesto, nada de eso ocurrió

 


Hace un par de años, cuando tomé posesión de mi cargo,  la podredumbre del lugar era la misma o incluso peor a la de ahora.  La  misma peste a moho y a orines de rata y el mismo negruzco verdor carcomiendo las paredes. Si de algo ha servido mi presencia en el sitio, es por mis infructuosos intentos por ventilar un poco y reordenar los libros. Mucho más no he podido hacer. El baño  ha estado desde entonces sin agua, la ventana ya estaba rota y el par de inservibles computadoras  yacían  ahí, haciendo bulto, empolvándose  sobre la mesa. El sitio era la misma porquería, cierto, pero entonces yo aún quería aparentar ser un tipo funcional y presentable, capaz de inspirar respeto y confianza. Vaya, con decir que en mi primer día de trabajo me presenté con traje y corbata e incluso llegué a sugerirle a mi jefe, el director del Instituto de Cultura, convocar a la prensa y organizar un evento en grande para hablar de los nuevos tiempos de la biblioteca. Por supuesto, nada de eso ocurrió y mi jefe se limitó a devolverme una sonrisita socarrona. Yo cumplí con seguir presentándome a ejercer mis funciones con toda la solemnidad posible.