El embrujo de la Copa FA
Por historias como estas es que adoro el futbol. Siglo y medio de épica brillarán esta noche en el Palacio de Cristal.
Por historias como estas es que adoro el futbol. Siglo y medio de épica brillarán esta noche en el Palacio de Cristal.
Era una helada mañana la de aquel 20 de enero de 1961, típica
del invierno juarense. En la radio, los noticieros hablaban de la toma de
posesión de John F. Kennedy como Presidente de los Estados Unidos. El intenso
frío había vaciado las calles de la frontera y las pocas personas que caminaban en los
alrededores del monumento a Benito Juárez no prestaron demasiada atención a la
mujer que con paso decidido entró al Juzgado Primero de lo Civil. Llevaba un
elegante pero discreto vestido negro y su rubio cabello era cubierto por una
pañoleta. La gente se había acostumbrado a la presencia constante de
extranjeros en aquel juzgado. La Ley de Divorcio del Estado de Chihuahua,
vigente desde 1932, facilitaba al máximo la disolución de vínculos
matrimoniales en cuestión de horas aún si las nupcias eran contraídas en otros
países. Ello trajo como consecuencia que
en aquellos años miles de estadounidenses cruzaran la frontera para disolver
sus matrimonios en Ciudad Juárez. Lo que poca gente sabía, es que la persona
que acudió al juzgado ese 20 de enero era la actriz más deseada y cotizada del
mundo, nada menos y nada más que Norma Jean Baker, conocida e inmortalizada como Marilyn Monroe,
quien viajó a la frontera juarense para divorciarse del guionista y dramaturgo Arthur
Miller, con quien estaba casada desde 1956.
El 19 de enero Marilyn tomó un vuelo de Nueva York a Dallas y
de ahí transbordó a El Paso, Texas, en donde la esperaba su abogado mexicano,
Arturo Sosa Aguilar, con quien cruzó a Ciudad Juárez. La actriz eligió esa
fecha para viajar, pues sabía que la prensa y la opinión pública estarían
concentrados en la toma de protesta de Kennedy y no habría demasiados paparazis
siguiéndole los pasos. Fue el juez juarense Miguel Gómez Guerra quien firmó la
sentencia de divorcio. “El demandado es de carácter incompatible
con la suscrita, lo que ha hecho imposible la continuación de nuestra vida
matrimonial, al grado que desde el mes de noviembre de 1960 nos encontramos
separados el uno de la otra y no siendo posible ninguna reconciliación me veo
en la necesidad de demandar este divorcio para que sea disuelto el
vínculo matrimonial que nos une, y se me restituya mi nombre de soltera”, se lee
textualmente en la demanda.
El juicio de divorcio quedo
asentado en el expediente número 4061961 de quince fojas que se encuentra en el
Archivo Histórico del Supremo Tribunal de Justicia de Chihuahua. El trámite
costó 500 pesos mexicanos de la época más los honorarios de los abogados y la
sentencia fue emitida el 24 de enero.
La ley exigía que las partes
en el juicio de divorcio pasaran al menos 24 horas en el Estado de Chihuahua,
por lo que es un hecho que Marilyn durmió esa noche en Ciudad Juárez. Hay
quienes aseguran que fue a mitigar sus penas y a gozar su libertad de recién divorciada bebiendo
unas cuantas margaritas en el célebre bar Kentucky, aunque esto último no está
comprobado. Solamente un periódico local, El Continental, publicó la noticia de
la presencia de la diva en Ciudad Juárez.
La realidad es que el juzgado
juarense bien podría haber colocado una alfombra roja, pues en aquella época
solía recibir a tantas estrellas como el Teatro Dolby de Hollywood en la noche
de los Óscar. Además de Marilyn, personalidades como Anthony Quinn, Frank
Sinatra, Franklin D. Roosevelt Jr (hijo del expresidente del mismo nombre),
Bette Davis, Lauren Bacall, Zsa Zsa
Gabor y Elizabeth Taylor, entre muchos otros, acudieron a divorciarse a Juárez.
Por el lado mexicano destaca el polémico divorcio de Octavio Paz y Elena Garro.
Paradójicamente, la iniciativa de aquella Ley de Divorcio que tan rentable fue
para la frontera juarense, fue presentada en 1932 por el entonces gobernador
Roberto Fierro, quien es nada menos y nada más que el piloto del Baja
California II, el avión fabricado en Tijuana que efectuó el primer gran vuelo
de la historia de México desde la Laguna Salada a los llanos de San Lázaro en
1928.
Marilyn Monroe visitó Ciudad
Juárez en el momento más alto de su popularidad, pero la vida ya lo le
sonreiría demasiado. Apenas un año y medio después de su divorcio juarense, la
diva moriría en extrañas circunstancias por una aparente sobredosis de
barbitúricos. Tenía 36 años de edad. Una leyenda nacía para la eternidad.