...surcada por ausencias y saudades
Nuevos e inesperados libros llegan a mí con el final del verano. Leo Felicia de Ruth Vargas Leyva, oscilante como péndulo entre la onírica red de la duermevela y las trampas de la memoria. Caminamos de la mano con Felicia Félix o Felicia Torrescano cuya vida corre paralela con los cimientos fundacionales de Baja California. Ruth derrocha poesía hasta en la prosa mientras Felicia recorre la península yaciente entre las cartografías fantásticas de dos mares. Leo Ciclos constantes y leo Guitarras de Eric Jair Palacios, un joven que ha emprendido una trilogía poética iniciada con La cláusula maestra y surcada por ausencias y saudades. Los libros hablan por alguien que muere lentamente en el inmenso deseo de ser escuchado, escribe Eric, cuya cordura no se ha ido con el último aliento mientras mi tocayo Daniel rasga una guitarra que se eterniza en dos pieles. Por cierto, Eric ha emprendido el magno proyecto de reunir una gran biblioteca de autores bajacalifornianos algo que celebro y respaldo. Leí (antes de su publicación) y ahora recibo recién salido de la imprenta El juego secreto de Moctezuma de Omar Nieto A medio milenio de la caída de Tenochtitlán Omar escribe no la historia de lo que fue, que tantas veces hemos leído, sino la de lo que pudo haber sido, que hoy leeremos por primera vez. El autor tuerce la historia, sin embargo, más allá de un divertimento o una simple fantasía sacada de la manga, Nieto va armando un rompecabezas de posibles alternativas en donde solo hace falta modificar un detalle o circunstancia para que el desenlace en el histórico choque de dos culturas se altere por completo. Cortesía también de Harper Collins recibo en casa Sombras nada más de César Silva Márquez. Emprendo el recorrido por las primeras páginas y retorno con mi colega reportero Luis Kuriaki y el agente Julio Pastrana a la gran noche juarense donde al parecer irrumpe furtivo el Zurdo Mendieta, prófugo de la saga de Élmer Mendoza. Leo a César Silva y ya se antoja una cerveza en el Kentucky y una torta de colita de Pavo mientras el sol se pone en la Mariscal. Ya alguna vez probé la embriaguez del Juárez whisky. ¿Qué enigmas se ocultarán tras estas sombras? Ya les platicaré.