El Sheriff del Limbo
Encabezados por Florentino
Pérez, los multimillonarios del futbol quisieron crear un excluyente torneo
solo para ricos. Acaso la mejor y más irónica respuesta a este proyecto, sea la
histórica clasificación a la Champions League de un club que representa a un
país que no existe, o al menos no oficialmente. El Sheriff Tiraspol juega en
Transnistria, un territorio límbico en perpetuo conflicto que no tiene
reconocimiento como estado nacional. Enclavados en la frontera entre Moldavia y
Ucrania, los transnistrios se consideran independientes, tienen himno, bandera
con la hoz y el martillo soviético y moneda propia, aunque sigue siendo un
territorio en disputa. Ante la ONU y ante la UEFA forma parte de Moldavia, cuyo
territorio integraba al momento del desmembramiento del URSS, solo que el
conflicto ya se prolongó por más de 30 años. En este limbo habitan 518 mil
personas entre las que hay moldavos, ucranianos, rumanos y rusos (que mantienen
una nutrida tropa en el territorio). El Sheriff Tiraspol también es un tuti
fruti de jugadores eslovenos, colombianos, peruanos, griegos, trinitarios,
ghaneses, brasileños. Ya me imagino al petulante Real Madrid yendo a jugar de
visitante al territorio límbico de Transnistria (hasta el Word me subraya en
rojo al momento de escribir el nombre de este “país” no registrado ni siquiera
por el corrector ortográfico). Por cierto que el Sheriff (cuyo escudo es una
simpática estrella de alguacil del viejo oeste) dejó en el camino a dos
gigantones balcánicos como son el Estrella Roja y el Dinamo Zagreb, a quien
eliminaron hoy. El club fue fundado por dos ex agentes del servicio secreto
soviético que son dueños de una empresa de seguridad. Ya se imaginan la calaña.
Hace siete años escribí el cuento de un equipo kazajo cuyas ovejas sacrificadas
no le alcanzaron para lograr la hazaña que hoy el Sheriff ha conseguido. Me
pregunta mi colega colombiano Jesús Ovallos que cuál será mi respuesta al
equipo de Tiraspol. ¿Cuál creen ustedes que será? Sólo sé que estas improbables
historias me inspiran.