Vengan pues los conjuros, adelante con el exorcismo. Para displicencias con la agrafía ya estuvo bueno. Ya fue mucha chance. Erupcionen palabras en torrente. Adelante. Las estoy esperando.
Visto desde la gasolinera el tijuanero mundo puede hasta parecer emocionante, un umbral abierto a las aventuras negadas por los asfixiantes galerones de la maquila. En la línea de producción no había noche ni día ni temporal que mordiera más allá del ruido chingaquedito de la máquina. En la gotera en cambio se vive en comunión con el abrazo del viento santaanero y el furtivo chubasco de una negra nube adelantada al invierno.
Sunday, May 01, 2016
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