En alto el Martillo Pagano. Mjölnir ha roto los cielos en la primavera peninsular y ahora, con los cuernos llenos de calvados, brindaremos con los guerreros del Valhala en el banquete de Odín. Sucede que en medio de una semana tan borgeana irrumpió un ritual de paganismo escandinavo con Amon Amarth y Entombed en San Diego que por supuesto no podía perderme. Los guardianes de Asgard debíamos decir presente.
“De las literaturas germánicas medievales la más compleja y rica es incomparablemente la escandinava. Diseminados por el mundo se encuentran epitafios de vikingos en piedras rúnicas”. Conste que no lo digo yo. Lo dice Jorge Luis Borges. Después de todo, si el mundo de habla hispana conoce las Eddas y las sagas islandesas de Snorri Sturluson y Saemund El Sabio, es gracias al argentino universal. No sé si este mundo hayamos muchos metaleros borgeanos, pero créanme que las letras de Amon Amarth (y ni se diga las de Therion) abordan tópicos que apasionaban al gran Georgie. Por lo que al concierto respecta solo puedo decir que Amon Amarth es ya una banda mayor, madura y consolidada. Entre mil y un agrupaciones suecas, casi todas de buen nivel, Amon Amarth va a la cabeza. Más de dos horas de concierto, 19 canciones, sonido impresionante. Hace nueve años los vi por vez primera cuando solo eran una banda vikinga interesante. Hoy son unos monstruos sagrados. Death in Fire, Runes to my Memory, Deceiver of the Gods, Raise your Horns, Guardians of Asgard y el cierre apoteótico con uno de los himnos de mi vida: Twilight of the Thunder God. Por lo que al vestigio de Entombed respecta (con el AD entre paréntesis) solo puedo decir que no niegan la cruz de su parroquia de cheleros soldados de trinchera, pura esencia de old school Death Metal. Abanderados fundacionales de la escena brutal de Estocolmo, envejecen sin abandonar la línea de combate. Después de todo, Left Hand Path siempre será Left Hand Path. Y la metalera vida que sigue, como siguen las cosas que sí tienen mucho sentido.
Friday, April 08, 2016
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