Eterno Retorno

Monday, January 26, 2004

Dice Palau que dice Xavier Villaurrutia: Hay que perderse, es preciso hacerlo para dar al fin con uno mismo. Ni escribir ni leer. Un único viaje inmóvil alrededor de esta alcoba habitada por las sombras. Travesía sin nombre que se tornará búsqueda, indagación, pacto.
Yo nomás no puedo. Solo tal vez, pero sin libros está cabrón, sin pluma también y sin sexo más.


Un poco de Cioran para alegrar la noche

Cuando no hemos tenido la suerte de poseer padres alcohólicos, debemos emborracharnos toda la vida para compensar la abrumadora herencia de sus virtudes.

Si exprimiéramos el cerebro de un loco, el liquido obtenido parecería almíbar a lado de la hiel que segregan algunas tristezas.


Sólo se descubre un sabor a los días cuando se escapa a la obligación de poseer un destino.

Lo real produce asma. Esa necesidad de remordimientos que precede al mal o mejor dicho, que lo crea.

No podría soportar un solo día sin esta claridad de mi locura que a diario me promete el Juicio Final para el día siguiente.


Nací en un tiempo en que la mayoría de los hombres había perdido la creencia en Dios, por la misma razón que sus mayores la habían creído: Sin saber por qué. Pessoa-

No tengo esperanzas ni saudades, sabiendo lo que ha sido mi vida hasta hoy. Este último también es Pessoa

Es de noche, estoy acá de guardia en mi trinchera periodística y luego de recetarme dos veces seguidas el disco de Iced Earth en Atenas, ahorita me estoy fletando un Led Zeppelin para no variar mis costumbres nocturnas. Dancing Days y ahorita sigue Moby Dick en versión de 19 minutos. Un bataqueo de Bonzo Bonam de antología. Lástima que te gusto tanto el vodka mi Bonzo. Hacen falta tus tamborazos. Por ahora mis oídos se deleitan.