Eterno Retorno

Thursday, December 04, 2003

Adiós al Monólogo

Debe ser la saudade que se infiltra por mis venas con la ausencia de Carol, pero después de casi un año de existencia, Eterno Retorno ha decidido dejar de monologar e inaugura un tag para recibir comentarios, escupitajos, mentadas y todo aquello que salga de la imaginación del improbable lector que se de una vuelta por estos rumbos. Gracias a mi compañero Angelopolis por la valiosa ayuda Y en los próximos días para celebrar su primer aniversario Eterno Retorno se propone cambiar de diseño, para lo cual ocuparé el apoyo de los expertos cibernéticos que le inteligen a estos robots de Asimov.

Para todo mal, Mezcal
(crónica de una solitaria pisteada con fines medicinales)

Ayer por la tarde me sentía mal- Acudí a ver a la doctora del trabajo y luego de diagnosticar que me cargo una laringitis aguda, me recetó una serie de medicamentos. Escaflam y no me acuerdo que otros. Muchos líquidos además. La cuestión es que a las 18:30 de la tarde salí hecho madre del trabajo con la firme idea de llegar a tiempo a casa para ver el Tigres vs Cruz Azul. Por supuesto, la Avenida Internacional estaba hasta el culo y yo sufrí una crisis de encabronamiento. Llegando a Playas, recordé que debía pasar a comprar mis medicinas, pero hice caso omiso a la receta y decidí adquirir el único remedio que lo cura todo, el elixir sagrado capaz de redimirme en toda circunstancia, un mágico potaje elaborado en Oaxaca llamado Mexcal Gusano Rojo. Una vez que adquirí la milagrosa poción en el Calimax de Playas, tomé la carretera escénica y me fui hecho madre entre la densa neblina. Ya se me hacía que empezaba el partido y me caga de sobremanera perderme goles. Llegué a la casa, abrí en putiza y prendí la tele. El partido por fortuna iba comenzando apenas. Coloqué el mágico potaje sobre la super charola de cama, limones partidos, un poco de sal, galletas saladas, ensalada de cangrejo y queso Philadelphia. Tigres tocando la pelota en orden, precisos, como relojito. Un caballito de mezcal tocó fondo. Gol anulado a la Máquina. Arbitro justo. Otro caballito y GOL DE MI WALTER GAYTÁN, A HUEVO, otro caballito. Silvera tuvo el segundo, chíngale, atajadón del Conejo, con eso los matábamos. Otro caballito y una cerveza, Heineken para ser precisos. Claudio y Hugo son la mejor pareja de centrales del futbol mexicano, precisos, sobrios, seguros, e imponentes. Saavedra y Mario Ruiz los mejores carrileros. Los Delgado intentaban hacer diabluras, pero Campagnuolo estaba en su noche. Otro caballito y de pronto, los de la porra Libres y Locos y los de Santa Catarina le acomodan soberana putiza a un pinche puerco con corte de madrina de la judicial. A huevo. Como bien dice Judith, fue lo mejor del partido (después de golazo de Gaytán claro está) Triunfo del Tigre que ya tiene un píe y medio en semifinal. No es que me confíe, pero la Máquina ocupará algo más que una genialidad del Chelito Delgado para ganar por dos goles en San Nico. Ayer por la mañana en el trabajo traía mi camisa de mezclilla con el logo de Tigres y abajo el jersey original. Hoy también traigo la camisa puesta. Es mi cábala. Cuando Tigres juega duermo con la camisa puesta un día antes y la llevo puesta todo el día y si ganan, la conservo puesta para dormir esa noche y al día siguiente. Ustedes dirán: Puta madre, así ha de oler, pero no hay nada que temer, pues tengo más de 10 camisetas originales de los Tigres de distintas temporadas, amarillas, azules y de entrenamiento, eso por no hablar de los artículos como sudaderas y camisas. Es mi segunda piel. Acabando el partido le hablé a Carol a Guadalajara y platicamos un buen rato. Siempre me da tristeza colgar. Me platicó que fue a la FIL y me compró tres libros: Gracias amor. Prendido como estaba anoche por el triunfo Tigre, seguí poniéndole al mezcal. Para mi el mezcal es punto y aparte. O sea, hay bebidas alcohólicas y mezcal. Hay que tenerle su respeto al Señor y debo advertir que no acepta a cualquiera. Es como el Jícuri (al que Don Juan llamaba mezcalito) Mucha gente le hace el feo al mezcal, pues creen que es una mierda como el aguardiente Viva Villa, pero la verdad es que un buen mezcal es más puro y rico que cualquier pinche tequila Don Julio o Don sepalachingada reserva del patrón. Mi iniciación con el mezcal data del verano de 1991 en las Playas de Puerto Escondido, pero ya hablaré de ello en un futuro. Como era de esperarse, me puse a escuchar música a todo volumen. Primero Blind Guardian, luego DIO, chingo de DIO, luego, paso lógico, Rainbow para terminar con los imprescindibles: Sabbath y Zeppelin. El Gusano Rojo iba a la mitad y además me había descorchado otro par de cervezas (Heineken y Noche Buena para ponerle el toque navideño a la pisteada) Al final, me quedé bien jetón en el sillón de la sala. Ni rastro del dolor de garganta y ni rastro de la pinche tos. Dormí a toda madre. Y yo pensando en medicinas, olvidando el elíxir que cura todo padecimiento físico o moral. Y es que para todo mal, Mezcal y para todo bien...pos también Y ARRIBA LOS TIGRES CABRONES-