Munich, Alemania (9 septiembre 2003).- La destacada y a la vez controvertida cineasta y fotógrafa alemana Leni Riefenstahl murió este lunes por la noche, apenas dos semanas después de cumplir 101 años, confirmaron hoy sus allegados-
Sería hipócrita decir que me duele o me sorprende la muerte de alguien de más de un siglo de edad, pero no miento al señalar que en verdad siento lástima por la incomprensión a la que fue condenada esta gran cineasta. Hace unos meses leí su biografía y quedé en verdad impresionado por su energía y vitalidad. Esta anciana capaz de sumergirse entre tiburones del Océano Índico a los 98 años de edad o recorrer las sabanas africanas con la fuerza de un joven de 18 años es una verdadera institución del Siglo XX.
Pero en un mundo dominado por la estúpida paranoia judía, no es posible juzgar con objetividad el trabajo de una mujer que en verdad dejó un gran legado al cine y a la fotografía.
No se dan cuenta que la época y las circunstancias te pueden forzar a verte relacionada en dado momento con un régimen político.
Miles de personas en este mundo han servido directa o indirectamente a dictadores y genocidas y se pasean orgullosos regodeándose en su fortuna. Pero no es posible ni por asomo haber tenido algo que ver con el nazismo, porque quedarás maldito para siempre. Pero eso sí, puedes servir a los genocidas de Ariel Sharon o Bush y serás el bueno de la película.
Comprendo a Leni y me da lástima la incomprensión a la que fue sometida. Si hubiera sido una judía prófuga de un campo de concentración sin duda estaría elevada a la categoría de diosa, pero como filmó una excelente documental como El triunfo de la voluntad y la película de las olimpiadas de Berlín 36, el sionismo la condenó a la hoguera.
Sí, muchas veces en mi vida me han tachado de nazista y antisemita por mi posición crítica y revisionista de la historia y ello me ha acarreado problemas. Porque ante los ojos de un sionista adorador de Ariel Sharon o Simon Wiesenthal, si tu no condenas ciega y pasionalmente al nazismo al más profundo de los infiernos, entonces traes tatuada una esvástica en tu pecho. Pero puedes perfectamente apoyar el genocidio de más de medio siglo contra el pueblo palestino y no hay ningún problema.
Me vale un carajo lo que piensen de mí. Yo no soy un nazi ni soy capaz de apoyar ningún régimen totalitario. Pero tengo el defecto de ser terriblemente crítico con la historia y no me trago tan fácilmente las cucharaditas de lamentos sionistas ni creo que el Holocausto y el nazismo hayan sido como la versión oficial te los pinta. En fin, descansa en paz Leni, el Triunfo de la Voluntad siempre se impondrá a las alimañas de este mundo, de eso puedes estar segura-
Sería hipócrita decir que me duele o me sorprende la muerte de alguien de más de un siglo de edad, pero no miento al señalar que en verdad siento lástima por la incomprensión a la que fue condenada esta gran cineasta. Hace unos meses leí su biografía y quedé en verdad impresionado por su energía y vitalidad. Esta anciana capaz de sumergirse entre tiburones del Océano Índico a los 98 años de edad o recorrer las sabanas africanas con la fuerza de un joven de 18 años es una verdadera institución del Siglo XX.
Pero en un mundo dominado por la estúpida paranoia judía, no es posible juzgar con objetividad el trabajo de una mujer que en verdad dejó un gran legado al cine y a la fotografía.
No se dan cuenta que la época y las circunstancias te pueden forzar a verte relacionada en dado momento con un régimen político.
Miles de personas en este mundo han servido directa o indirectamente a dictadores y genocidas y se pasean orgullosos regodeándose en su fortuna. Pero no es posible ni por asomo haber tenido algo que ver con el nazismo, porque quedarás maldito para siempre. Pero eso sí, puedes servir a los genocidas de Ariel Sharon o Bush y serás el bueno de la película.
Comprendo a Leni y me da lástima la incomprensión a la que fue sometida. Si hubiera sido una judía prófuga de un campo de concentración sin duda estaría elevada a la categoría de diosa, pero como filmó una excelente documental como El triunfo de la voluntad y la película de las olimpiadas de Berlín 36, el sionismo la condenó a la hoguera.
Sí, muchas veces en mi vida me han tachado de nazista y antisemita por mi posición crítica y revisionista de la historia y ello me ha acarreado problemas. Porque ante los ojos de un sionista adorador de Ariel Sharon o Simon Wiesenthal, si tu no condenas ciega y pasionalmente al nazismo al más profundo de los infiernos, entonces traes tatuada una esvástica en tu pecho. Pero puedes perfectamente apoyar el genocidio de más de medio siglo contra el pueblo palestino y no hay ningún problema.
Me vale un carajo lo que piensen de mí. Yo no soy un nazi ni soy capaz de apoyar ningún régimen totalitario. Pero tengo el defecto de ser terriblemente crítico con la historia y no me trago tan fácilmente las cucharaditas de lamentos sionistas ni creo que el Holocausto y el nazismo hayan sido como la versión oficial te los pinta. En fin, descansa en paz Leni, el Triunfo de la Voluntad siempre se impondrá a las alimañas de este mundo, de eso puedes estar segura-