You will sleep in a bed of lies
You will wake up in the middle of the night
You will pray for mercy and bleed
You will bleed for me.
Primal Fear
Futbol noctámbulo
Con su brillante idea de jugar en la madrugada, el Barcelona y el Sevilla sentarán un precedente que acaso marque la regla del futbol del futuro.
En lugar de despertar con una espantosa cruda el domingo e ir a curarla al estadio bajo el Sol de las 12:00 del medio día, el futbolebrio aficionado podrá salir de un antro, una cantina o un concierto para irse al estadio en la madrugada a seguir la parranda.
Un partido de futbol como after concert party o como torna boda. La verdad no suena nada mal.
Al menos a los siempre desvelados y juerguistas catalanes no les molestó nada la idea, pues 80 mil almas acudieron al Camp Nou. Ya me imagino el metro Les Corts a las 2:00 de la mañana pintado de azulgrana. Ni siquiera les afecto que la madrugada en cuestión no fuera de domingo sino de miércoles.
El partido terminó hace un rato y en unos momentos más los catalanes se tendrán que preparar para ir a sus trabajos. Claro, a menos que sean como nosotros, pues supongo que acudir a un partido de futbol en la madrugada, es causa más que justificada de ausentismo laboral según la Ley Federal del Trabajo de la conciencia de cada mexicano. Sí, me acuerdo de Japón- Corea hace un año y de todo ese mes que me la pasé en calidad de tecolote gritando goles desde la cama mientras Carolina dormía plácidamente. Pero una cosa es ver el juego desde tu casa y otra muy distinta acudir al estadio. Tal vez en el futuro el futbol se transforme en espectáculo propio trasnochadores. Me hubiera gustado vivir una experiencia así. Por lo menos Rafa Márquez podrá presumir que su debut oficial en la Liga de las Estrellas se dio en un juego que por su horario ha pasado a engordar el libro de los records futbolebrios.
You will wake up in the middle of the night
You will pray for mercy and bleed
You will bleed for me.
Primal Fear
Futbol noctámbulo
Con su brillante idea de jugar en la madrugada, el Barcelona y el Sevilla sentarán un precedente que acaso marque la regla del futbol del futuro.
En lugar de despertar con una espantosa cruda el domingo e ir a curarla al estadio bajo el Sol de las 12:00 del medio día, el futbolebrio aficionado podrá salir de un antro, una cantina o un concierto para irse al estadio en la madrugada a seguir la parranda.
Un partido de futbol como after concert party o como torna boda. La verdad no suena nada mal.
Al menos a los siempre desvelados y juerguistas catalanes no les molestó nada la idea, pues 80 mil almas acudieron al Camp Nou. Ya me imagino el metro Les Corts a las 2:00 de la mañana pintado de azulgrana. Ni siquiera les afecto que la madrugada en cuestión no fuera de domingo sino de miércoles.
El partido terminó hace un rato y en unos momentos más los catalanes se tendrán que preparar para ir a sus trabajos. Claro, a menos que sean como nosotros, pues supongo que acudir a un partido de futbol en la madrugada, es causa más que justificada de ausentismo laboral según la Ley Federal del Trabajo de la conciencia de cada mexicano. Sí, me acuerdo de Japón- Corea hace un año y de todo ese mes que me la pasé en calidad de tecolote gritando goles desde la cama mientras Carolina dormía plácidamente. Pero una cosa es ver el juego desde tu casa y otra muy distinta acudir al estadio. Tal vez en el futuro el futbol se transforme en espectáculo propio trasnochadores. Me hubiera gustado vivir una experiencia así. Por lo menos Rafa Márquez podrá presumir que su debut oficial en la Liga de las Estrellas se dio en un juego que por su horario ha pasado a engordar el libro de los records futbolebrios.