Eterno Retorno

Friday, April 04, 2003





Arte erótico

Mi suegro, Francisco Cabello, estará exponiendo hoy por la noche en el ICBC de Rosarito. Es una exposición de arte erótico. Mi sugerencia de manager es que lleve un cuadro descaradamente pornográfico de vocación hustleriana. Así lograríamos que las mojigatas autoridades panistas lo censuren y ordenen, rosario en mano, no colgar el cuadro y acto seguido, bañarían el recinto en agua bendita. Luego entonces yo armaría un escándalo periodístico de aquellos y lo presentaría ante el mundo como un artista radical y contestatario perseguido por un régimen inquisitorial y por supuesto, el cuadro censurado incrementaría su valor.

Compré la revista Milenio solo por una entrevista con Ricardo Piglia. Hace algunos años compraba esa revista todas las semanas. De hecho en 1998 estuve a punto de entrar a trabajar ahí y si no lo hice, fue porque en El Norte se hubiera tomado como un acto de traición imperdonable.Algo así como cambiar de Tigres a Rayados. Me gusta su estilo de periodismo irreverente. Solo espero que el buen Federico Arreola aún se acuerde de mí. Milenio tiene chispa, pero ha decaído. Aún así anota uno que otro golecito como esta entrevista de Piglia.

He aquí un par de frases textuales:

“Para mi un escritor tiene un modo de ver, incluso un modo rápido. Sabe donde está lo que anda buscando, como los grandes cazadores. Un escritor sabe muy buen lo que busca y no necesita leer todo”.

“Para mí la literatura argentina son ciertos escritores con los que mantenía ciertos diálogos. por ejemplo Macedonio Fernández, un escritor tan grande, que Borges sería una nota al píe de su obra. Fue un escritor extraordinario que nunca publicó en vida”.

Un sueño baboso

Anoche tuve un sueño político- periodístico. Muy baboso el sueño y a la vez bastante irreal. Parecía un chiste, pero estaba yo tan profundamente dormido, que me lo tomé muy en serio. Lo recuerdo casi íntegro. En una mesa, que era la de la sala de juntas del periódico pero que a la vez estaba en el segundo piso de una gran casa, estábamos en un evento con Fox y Bush. De pronto de la nada se armaba una entrevista banquetera con Fox. El preciso estaba dando la nota y decía algo como que aunque nos opongamos a la guerra ahora tenemos que trabajar para Estados Unidos. Pero luego yo veía que una bolita de colegas ya estaba entrevistando a Bush y yo dejaba hablando a Fox. Para cuando me integraba a la bolita, algún achichincle decía: “Last cuestion”. Yo pedía la palabra y cuando me disponía a plantear un cuestionamiento agresivo y sarcástico solo me salió decir: “Mister Bush, we want peace”. El muy hijo de puta se me quedaba viendo con una risita soez y se permitía darme una palmada en el hombro como diciéndome: "pobre pedejo". Y entonces yo reparaba en que estaba solo frente Bush, sin guaruras ni achichincles interpuestos en mi camino y yo mismo me decía ¿Porque no lo mato? ¿Porque mínimo no le zorrajo un putazo en el hocico? Pero no. De mi boca emergía otra pendejada y le decía: “Mister Bush, please finish this war as soon as posible”. Recuerdo que Bush traía una chamarra de cuero negro y creo que una bufanda (jamás he visto que se vista así, pero en mis sueños también soy diseñador de modas) Después yo me reprochaba a mi mismo con coraje ¿Porque fuiste tan pendejo?
El sueño tiene algunos traumas recurrentes para mí. Uno el estar en una gran evento con dos personajes entrevistables, pero apenas hay dos minutos para banquetearlos y tengo que elegir entre uno u otro. Me pasaba a menudo cuando cubría la nota diaria.
Otro, el dosificar tan mal mi agresividad y mi diplomacia. A veces soy muy agresivo sin necesidad y a veces me paso de diplomático con hijos de puta que se merecen unas patadas. En mi sueño me paseé de diplomático con Bush. ¿Que es eso de decirle mister? ¿Que es eso de decirle please? He pensado mil veces los insultos que le diría, suponiendo que no fuera dado azotarle un chingazo. Hey you, little texan mother fucker, how does it feel to be the worst fascist scum of the earth? Eso debí decirle yo mi sueño me reprochaba mi debilidad. Salía a caminar por un jardín y echaba pestes de mi mismo. Después desperté. Eran las cinco de la mañana.

En la vida real he estado un par de veces a unos cuantos metros y diez mil guaruras de George Bush, aunque jamás tuve la oportunidad de dirigirle una pregunta. La primera ocasión fue en junio del 2000 en Sacramento California durante la Reunión de Gobernadores Fronterizos. El cerdo acudió todavía como gobernador de Texas, aunque ya era candidato republicano.
Su pull de prensa ocupó tres cuartas partes de la gigantesca sala y por supuesto, las mejores computadoras.
La segunda vez fue el pasado mes de octubre en Los Cabos, concretamente en el Hotel Regina durante la celebración del Foro Mundial de la APEC. Ahí el hijo de puta llevaba diez veces más seguridad que en Sacramento. Todo el Servicio Secreto y el FBI habían tomado el hotel. La guerra en Irak ya flotaba en el aire y el ambiente estaba jodidamente tenso. El cerdo pasó apenas tres horas en Los Cabos. En ese mismo viaje tuve que ir a cubrir a su ahuevante esposa Laura que muy “linda y piadosa”, fue a visitar una escuela de San José del Cabo. Por supuesto la escuela se atiborró de guarros gringos hasta en los baños. La pendeja llegó dos horas tarde. Pasó cuatro minutos acariciando niños para salir en las fotos y sin duda pasó las siguientes tres horas desinfectando sus regordetas manos con alcohol. Para acabarla yo estaba crudísimo, pues la noche anterior había ido a explorar la nocturna vida cabeña (El Nowhere Bais? está chido josoy dicho sea de paso) La cerda no dio entrevista. De haber habido chance, mi primera pregunta hubiera sido ¿Que se siente ser tan malcogida? ¿Cuando fue la última vez que follaste con ese jodido impotente? Quiero pensar que la dama es inteligente y tiene un negro particular entre sus escoltas que le da para sus chicles, pues doy por hecho que Bush se ha de masturbar el culo con misiles de plástico con punta de glande.

La madrugada del jueves desperté como a las 4:00 de la mañana y empecé a bloguear mentalmente en plena duermevela. El blogueo resultó intenso, rico, sumamente creativo. Hay cierta musa que solo destapa su perfume en las madrugadas y se esfuma al amanecer sin dejar rastro alguno. Como el olor de los nardos.

Calamariano dilema

Quien escribirá la historia de lo que pudo haber sido. A menudo escribo esa frase, con la que arranca el disco Honestidad Brutal de Calamaro.
Una frase bella, llena de sentido para mi ¿Quien chingados escribirá la historia de lo que pudo haber sido? Mi vida está llena de historias que pudieron haber sido y la que es, era de las más improbables. Es ahí donde radica su encanto. .

Carol y las flores

A Carolina le gustan las flores. En realidad Carolina ama las flores. A lo largo de mi vida siempre pensé que los ramos eran un vil pretexto para no llegar con las manos vacías a la hora de visitar a una mujer. Pero Carolina realmente es feliz cuando tiene en sus manos flores nuevas. Disfruto mucho llevarla al mercado de flores en la calle 5 y verla eligiendo, comparando y combinando colores. Es tan feliz en las tiendas de flores como yo en las librerías. Luego entonces, es de esperarse que en nuestra casa haya siempre ramos muy bellos adornando la sala y la recámara. En la recámara siempre hay nardos. Me gusta despertar en la madrugada y sentir su olor.