Eterno Retorno

Wednesday, July 14, 2021

Vive Le Revolution

 

El machacadísimo y rimbombante mito dice que el 14 de julio de 1789 el pueblo francés, harto del despotismo imperial, acabó para siempre con el antiguo régimen tomando la Bastilla, en cuyos calabozos yacían presos políticos y opositores al rey. Según cierta corriente historiográfica, con la caída de esta siniestra prisión, símbolo de la opresión absolutista, acabó la Edad Moderna para dar paso a la Edad Contemporánea, en la que según ellos, aún vivimos. Heroicas damas francesas de pecho desnudo y cabello al aire, agitando banderas azul, blanco y rojo mientras entonan La Marsellesa y avanzan sobre la Bastilla, fueron inmortalizadas en los cuadros de Delacroix. Eso dice el mito. La realidad  es que el 14 de julio de 1789 pasaron cosas harto distintas. Una horda harapienta  procedente de las barriadas parisinas  comenzó a saquear comercios y en su furor, asaltó la Bastilla pensando que ahí habría suficiente carbón, mismo que escaseaba. Esta horda no pensaba liberar presos políticos ni tenía el mínimo interés en ello. Por lo demás, en la Bastilla no había ninguno ese día. Cierto es que en la Bastilla estuvo algún día recluido Voltaire y el enigmático Hombre de la Máscara de Hierro. También es cierto que hasta una semana antes, estuvo en la Bastilla el mismísimo Donatien Alphonse, alias Divino Marqués de Sade, pero lo cierto es que el 14 de julio había apenas siete presos dentro de las fortaleza y no eran subversivos revolucionarios e ilustrados pensadores, sino  ladronzuelos, loquitos y violadores. Ya después vendrían Danton, Robespierre, la era del Terror, la guillotina, el 18 Brumario, Napoleón  y la vuelta de la monarquía. Por lo demás, ese 14 de julio no le cortaron la cabeza a ningún rey ni cayó el antiguo régimen, pues un aburridísimo Luis XVI, al volver a Versalles luego de una improductiva cacería, apuntó en su diario: "Nada".

Pero bueno, más allá de que don Luis Capeto ni se inmutó ese día, lo cierto es que el 14 de julio encarna la celebración de valores que hoy debemos enaltecer y defender: el laicismo a ultranza, la división de poderes, los derechos humanos, la supremacía de la ley sobre el capricho del tirano o el caudillo. Vale la pena seguir luchando por ellos. Vive La Révolution.

PD- Aunque la obra La Libertad guiando al pueblo suele ser referencia para ilustrar la Revolución Francesa de 1789, la verdad es que Delacroix se inspiró en el levantamiento parisino de 1830.