Ver la primera luz mientras caminas por el Parque Esperanto.
El pasado 16 de octubre se cumplieron
27 años del día en que desembarqué en Baja California y los he celebrado haciendo
algo que jamás había hecho. Por estos rumbos he vivido todo tipo de
experiencias y aventuras, pero nunca había visto un amanecer a la orilla de la Presa
Abelardo L. Rodríguez. El Sol irrumpe por la Presa y se guarda en el Pacífico. Los
atardeceres marinos son mi ritual de vida diaria, pero el de hoy es el primer
amanecer frente al agua dulce. Hay muchas formas de iniciar un domingo.
Amanecer crudo es una muy común. Lo atípico es ver la primera luz mientras
caminas por el Parque Esperanto.
Atravesar de punta a punta la ciudad dormida y
sin tráfico, mirar a los últimos noctámbulos como vampiros en fuga, intuir el
presagio del primer rayo asomando por el Este.
Dicen que “quien toma agua de la
Presa, a Tijuana regresa”.
Beber agua de la presa significa
enamorarse de Tijuana, abrazar a esta ciudad y convertirla en nuestro hogar.
Todos en Tijuana hemos bebido
agua de la Presa, pero… ¿ tú has visitado la Presa alguna vez? ¿Has caminado en
sus alrededores? Si no lo habías hecho antes, lo entiendo. Hasta hace unos
cinco años era un muladar, un tiradero de cuerpos, picadero, deshuesadero. Hoy es el mayor parque
de Baja California, el tercero más grande de México. Te recomiendo echar una
caminada por ahí
La Presa Abelardo L. Rodríguez es
todo un hito en la historia de la ingeniería hidráulica en México que empezó a
construirse en 1928 y por casi nueve décadas ha dado de beber a millones de
tijuanenses. Pronto cumplirá cien años.
Nuestra Presa lleva casi un siglo
proveyéndonos el vital líquido, pero hasta poco no era un lugar que los
tijuanenses frecuentáramos de manera recreativa y la realidad es que como
espacio público estuvo desperdiciado durante muchísimos años. Hoy es un oasis.
Así como el entorno de la Presa fue
transformado, yo también lucho por
transformar mis hábitos, por resetear el software neuronal y cambiar unos
cuantos chips. Por fortuna, tengo amigos que hacen esfuerzos por arrastrarme al
lado sano de la vida mientras yo extraigo dosis de voluntad de un profundo
yacimiento oculto y apostar por las infinitas posibilidades de un corazón que
recupera su ritmo.