Monarca absoluto
El consejo de industriales se reúne en sesión
extraordinaria y por unanimidad votan por Marcos Parra como presidente único
del grupo industrial.
Marcos se casa con Cristina Zambrano y el nuevo
presidente electo acude a su boda. Días antes, Alcira Aravena reaparece e
intenta convencer a Marcos de que rompa su promesa matrimonial y se fugue con
ella. Parra le responde que lo único que puede ofrecerle es un boleto para que
se regrese a Chile y no vuelva nunca más.
Días después de su toma de posesión, el nuevo Presidente
de la República llega a Santa Teresa para inaugurar la Plaza de la Alianza, una
estructura de tubos metálicos colocada al pie de Chipinque. El monumento
simboliza la renacida unión entre el gobierno federal y los industriales.
Ese año, Marcos y Cristina procrean a su primogénita,
Roberta. El nacimiento de la niña es
celebrado con la inauguración de la nueva mansión de la pareja, ubicada en las
alturas de la Sierra Madre.
La residencia es en sí misma un museo donde hay
originales de Picasso y Dalí, huesos de mamuts, espadas medievales y cabezas de
elefantes.
El banquero Jorge Lankish se libra de la cárcel por falta
de pruebas y Marcos Parra se da cuenta que es mejor tenerlo como aliado y
empieza a jugar a la ruleta rusa bursátil invirtiendo en paraísos fiscales.
Por su parte, Eulalio López se ha casado con Marlen, su
restaurante de mariscos abre otras dos sucursales y se asocia con Abraham
Rocha, quien le vende acciones de su canal de televisión y su periódico.
Jesús Blanco ha sido reelecto como alcalde de Santa Teresa, pero hay algo
que huele a podrido en el reino. Un nuevo negocio empezará a germinar en Santa
Teresa a la sombra del gran grupo industrial pero bajo la supervisión de
Eulalio López. Al principio es un movimiento hormiga, casi imperceptible, pero
ha llegado para quedarse. La guerrilla ha sido aniquilada por completo, pero un
nuevo enemigo mejor armado se prepara para tomar su lugar.
El verdadero desafío para Marcos Parra y su imperio está
por comenzar.