Eterno Retorno

Thursday, January 02, 2025

El 2 de enero es un descomunal y despiadado lunes

 

 


Conozco esta sensación tan propia del 2 de enero. Ebrio de forzada sobriedad, de la extrañeza de poder dormir cinco horas seguidas sin meadas de por medio, de despertar con un mentiroso flujo energético acumulado o anegado en algún rincón del cerebelo mientras mi oído derecho capta en cápsula la respiración de la Cone que está a mi derecha.

El 2 de enero es un grandísimo lunes. El lunes más odiosamente lunesoso del año. No importa si es jueves o domingo. El 2 de enero es un descomunal y despiadado lunes. A menos de que artificialmente prolongues la borrachera como hicimos el año pasado, el 2 de enero está destinado a ser un chorro de agua helada en tu rostro amodorrado, un shock eléctrico en la punta del pie, una cama que te aborta y te arroja al mundo sin piedad. This Eternal Monday looks Souless and Proud. Un lunes desalmado y orgulloso donde el arbolito navideño empieza a tener cara de intruso y la caja sobre el sillón te recuerda el aferre de la Navidad en eternizar su legado en inútiles objetos que harán bulto el resto del año.  Todas las músicas me hablan. No creas que me engañas con ese disfraz. Toooodas las notas se juran posibles y armónicas, capaces de desfilar impúdicas y cadenciosas en petulantes papelajos sin fe. Tantas veces lo he vivido. Efervescencias estoicas, la euforia de un aterrizaje forzado, la patraña eterna de la sobriedad. Venga, las ideas siempre han estado ahí, el libro habita entero en tu interior y solo hace falta invitarlo cordialmente a brotar. Cambias un poquitín el ph neuronal, alteras los flujos de dopaminas, serotoninas, bilirrubinas y de repente estás aquí. Ritmo circadiano le llaman (hoy aprendí una nueva palabra).