Eterno Retorno

Wednesday, January 01, 2025

Ajmátova y Tsvietáieva

 


La frontera entre el 24 y el 25 se diluye navegando (y naufragando) en la poesía de dos mujeres rusas prófugas de todo, hasta de sí mismas. Se llaman Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva, hijas ambas de familias nobles, nacidas en Odesa y Moscú durante la agonía del zarismo. Espíritus precoces e indomables, ambas debutaron y dieron de qué hablar con desafiantes poemas en la adolescencia. La Revolución las sorprendió siendo veinteañeras y recién casadas y después el terror estalinista les mostró las fauces. Sus respectivos esposos fueron fusilados, sus hij@s enviados a Siberia, su obra proscrita y destruida. Inmersas en perpetua persecución,  asfixiadas por el régimen y acosadas por espías, Ajmátova y Tsvetáieva escribieron en hojas arrancadas y en servilletas, en trenes y hoteluchos de estaciones. Siempre en fuga, dejaron por herencia el canto y la ceniza.  Anna sobrevivió a Stalin pero Marina no sobrevivió a sí misma. Hoy me ha dado por leerlas.