De Tijuana al Infinito. Gracias por el Rock!
Esta noche y para siempre suena y sueña una guitarra embrujada en la Casa del Sol Naciente. La eternidad rasga las cuerdas de esa lira donde hace más de 60 años germinó una criatura llamada rock mexicano en una banca del Parque Teniente Guerrero. Cuando los disque rockers chilangos estaban descubriendo Popotitos, tú ya flotabas en pura niebla púrpura y el mismísimo Jim Morrison venía a verte porque te admiraba. Porque el rock mexicano nació en la noche tijuanense prófugo de las cuerdas de tu guitarra. No Bátiz, los Brujos no mueren. De Tijuana al Infinito. Gracias por el Rock!