Eterno Retorno

Thursday, May 18, 2023

el aferre de la naturaleza silvestre enmarcando momentos dramáticos

 


Hey colega, para el reloj un par de minutos, deja de mirar la pantalla de tu celular y échale un ojo a tu entorno. Fíjate: nuestros cerros, tradicionalmente yermos y pelones, están atiborrados de flores amarillas. No recuerdo una primavera con tantísimas flores cubriendo las laderas de Tijuana. Lo prolongado de las lluvias, la terquedad de los vientos y los cielos nublados le han confeccionado una falda de pétalos a nuestros montes. Me gusta esta belleza tan simple, espontánea y baldía que nada pretende y sin embargo está ahí, maquillando a Tijuana en uno de sus momentos más complicados como ciudad. El momento en que todo implosiona y la catarsis del caos dice presente. Me da esperanza pensar en el aferre de la naturaleza silvestre enmarcando momentos dramáticos. Acaso para miles de migrantes que solo habrán contemplado Tijuana durante unos días o unas horas, ese sea el recuerdo que quede: una caótica ciudad de cielos nublados y flores baldías cubriendo montes y cañones en perpetuo desmoronamiento. Con cuántas miradas puedes reconstruir e imaginar una ciudad. Aunque a menudo intento mirarla como si fuera un perfecto extraño recién llegado, a mí ya no me será dado contemplarla con los ojos de un migrante. La mirada de una niña centroamericana que patea una pelota junto a una barda fronteriza. La mirada de un padre de familia que aguarda desesperado una respuesta a su petición de asilo o la improbable oportunidad de un cruce furtivo. Para miles de ellos Tijuana será tan solo una angustiante sala de espera acampando frente un muro, una estación de paso, pero para otros tantos acabará siendo un hogar como lo es para mí y una ciudad oculta revelará ante sus ojos.

Aquí, frente a nosotros, hay un complicado tejido de destinos, un mar de velas bajo una tormenta, un cruce de relatos que nunca me será dado conocer y que acaso se evaporará e irá a vivir al limbo donde moran las historias de lo que pudo haber sido.