Eterno Retorno

Friday, January 06, 2023

La portada

 


Tal vez las ediciones impresas de los periódicos se mueran más temprano que tarde, (aunque en cualquier caso ya vivieron más de lo pronosticado por sus detractores). Lo que en definitiva no va a morir (o al menos no pronto) son las portadas. Aunque la edición digital del diario se esté renovando cada media hora y aunque el medio en cuestión ni siquiera se imprima, uno como lector desea una portada del día. Una sola.

 

La portada es una suerte de acto sacramental de la edición, una declaración de principios del medio de comunicación. Es en la portada donde se pone a prueba el talento y la creatividad de un editor para elegir la frase contundente y la foto adecuada. Vaya, una portada puede llegar a ser, en algunos casos,  una obra de arte para enmarcarse.

 

El espíritu de la época  enaltece la inmediatez y la brevedad. En la despiadada carrera parejera que celebran cada día los medios informativos, la obsesión es ser siempre el primero en dar la nota, anticiparse por dos minutos al twit o al post de la competencia. La información que se dio en la mañana es ya es muy vieja al atardecer. Esa bestia siempre hambrienta e insaciable llamada opinión pública exige información fresca y novedosa a cada momento. Pese a ello, uno espera siempre con ansias la portada. No es que pretendas saber algo que no sabías,  sino cómo cada medio sintetizó e interpretó  un momento histórico.

 

Por ejemplo, el 18 de diciembre por la mañana, Argentina se coronó campeona mundial después de un épico partidazo contra Francia. Pasaditas las 9:30 a.m. millones de personas veíamos a Messi levantar la Copa y tuvimos toda la tarde del domingo para chutarnos repeticiones de los goles, crónicas de color, análisis, reacciones, entrevistas. No creo que hubiera una sola persona que no supiera quién ganó el Mundial. Pese a ello, somos muchos quienes esperábamos con ansias las portadas de los periódicos del 19 de diciembre. Ojo, cuando la portada del triunfo albiceleste se imprimió y salió a la calle, habían transcurrido ya 20 o 22 horas desde el silbatazo final. En teoría, para los parámetros del Zeitgeist actual, es una noticia ya muy vieja y sin embargo deseas ver esa portada histórica y de ser posible tenerla en tus manos.

 

Lo mismo aplica a la muerte de Pelé o a la captura de Ovidio Guzmán. Ambos hechos ocurrieron en la mañana y aunque ya tuviste todo el día para indigestarte de reacciones y teorías de opinólogos, uno espera la mañana siguiente para ver la portada en cuestión. La portada te dirá algo que ya sabes, pero lo importante es saber cómo te lo va a decir. A ello súmale una buena crónica, un agudo análisis, una ingeniosa caricatura. No, a mí no me basta con un twit o un TikTok o un resumen en YouTube. Yo soy de la vieja escuela y el momento cumbre es cuando la gran noticia se inmortaliza en una frase y una foto.