De un lado están los grupos descaradamente retro
Decides
apartar tu mirada del calzado y concentrarte en las camisetas. Por lo que
recuerdas a Tina le encantan los personajes de manga y el pop coreano o al
menos así ocurría hace medio año, pero sus gustos son tan cambiantes, que no es
descartable que ahora esté clavada en
alguna nueva moda. Entre las camisetas hay de todo, aunque está claro que la
tienda marca la frontera entre generaciones. De un lado están los grupos
descaradamente retro que van desde las camisetas con la portada del Abbey Road
de los Beatles y el Dark Side of the Moon de Floyd al London Calling de Clash sin omitir los abundantes exponentes de
metal ochentero. Del otro lado están las camisetas que sin duda gustarían a tu
hija con un montón de personajes de caricatura japonesa, monitos de videojuegos
o imágenes de adolescentes andróginos de ojos rasgados que no te queda muy
claro si son chicos o chicas o simples no genders, como suele espetar Tina, o
al menos eso crees recordar. Sí, sin duda una de estas camisetas será del gusto
de tu niña. Te la imaginas perfectamente luciéndola y la talla a elegir debe ser small o extra small. Tina va a cumplir 15 pero
sigue teniendo el cuerpo menudo de una chamaquita. Comparas camisetas y por un
momento estás tentado a tomar una foto con tu celular y preguntarle cuál
prefiere, pero eso anulará la sorpresa. Por primera vez te atreves a romper el
silencio y preguntar por el precio. Tu pregunta es formulada en español. La
chica del mechón púrpura te responde, sin siquiera voltearte a ver, que valen 25 o
30 dólares según el modelo. Instantes después te aclara que si llevas tres
camisetas la tercera tiene un 25% de descuento, pero a ti va a alcanzarte
exclusivamente para una y deberás elegirla muy bien, pues si cuesta 30 dólares,
no es descartable que con las taxas acabes por exceder tu límite de 34 dólares.