Eterno Retorno

Wednesday, January 05, 2022

así, sin últimas palabras ni aspavientos

 


Los suicidas del palacio municipal, una cofradía noir clásica fumando el humo mientras todo pasa, mirando el patio central desde el tercer piso. Hay un forajido dispuesto a reincidir y tiene cara de Marqués de Coralito.  Un tipo flaco, vestido  de guayabera roja con blanco se aterra ante la propuesta y sin decir “agua va” se arroja simplemente al vacío, así, sin últimas palabras ni aspavientos. El resto permanece impávido, sopesando la propuesta. Se trata de un asalto estilo Viejo Oeste al parecer, algo muy a lo Jim Thompson aunque el nombre que suena en la caja negra es Elmore Leonard. Allá abajo, justo afuera del Mr Fish, ya hace el suicida de la guayabera rojiblanca o acaso el recuerdo de un suicida anterior, o de su sordo llanto subterráneo. Es la Cone quien me habla de cómo se escuchaba el lamento agónico de aquella atormentada anatomía a punto de transformarse en alma en pena, el monocorde chillar de alguien con las vísceras hechas mierda tras caer en durísimo concreto desde un tercer piso, un despedazado suicida que no murió instantáneamente pero morirá en la ambulancia. 5:40 a.m. Nada mal para arrancar con la invernal escritura mañanera de un 5 de enero.