Eterno Retorno

Wednesday, July 14, 2021

...y las borrachas palmeras piden otra ronda de crepúsculos bien cargados.

 

Julio nos ha regalado cielos como estos. Es fascinante salir de casa y de pronto, de buenas a primeras, ser asaltado por  semejante manto rosa capaz de envolverte  mientras el solecito juega a las escondidas con el Pacífico y las borrachas palmeras piden otra ronda de crepúsculos bien cargados. Privilegios de los días largos. Acaso lo seductor de estas estampas es su promesa de eternidad. Miras hacia la ciudad y sabes que todo es efímero.  Tijuana es una urbe que se devora a sí misma mientras da la espalda al mar. A mis espaldas yacen andamios, obras negras, maquinaria,  toneladas de cemento en bruto. Dentro de uno o dos años el paisaje que rodea a nuestra casa será radicalmente distinto. Las calles por donde camino caducarán y la Tijuana que nos rodea cambiará de piel y se volverá espectral y dudaremos de su existencia, como la ciudad invisible que retrató Nonaka y narró Campbell. En cambio este paisaje es eterno. Es el mismo que contemplaron los yumanos desde las islas cuando todo esto era yerma desolación   y el mismo atardecer  que contempló  Rodríguez Cabrillo desde su galeón cuando los europeos aún no ponían un pie en estas playas  y será la misma puesta de sol que irrumpirá muchísimos años después de nuestra muerte y embrujará a los que aún no nacen, cuando de nosotros ya no quede ni el olvido que ya somos ni el polvo de noche eterna que seremos.