En busca de esa pizca de delirio saliste a caminar esta mañana. Te has hecho a la idea de que el amanecer es un instante embrujado. La arena del pensamiento aún está mojada por la marea alta de los sueños alucinantes y el tejido neuronal es casi una isla virgen, la ostra que se abre para recibir el fragmento que formará la perla. La poesía es eso: un instante irrepetible, una improbable alineación de sensaciones de donde brotará la fascinación y la extrañeza ante el entorno.
Thursday, June 01, 2017
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