Hace exactamente 18 años, el lunes 10 de mayo de 1999, empecé a trabajar en el proyecto fundacional de un nuevo periódico tijuanense que aún no era bautizado y cuyo edificio sede estaba todavía en obra negra, a punto de ser concluido. Faltaban dos meses y medio para que circulara el primer ejemplar de ese diario que sería llamado Frontera. Me esperaba una década particularmente intensa de la que aprendí y rabié en extremo y de la que siguen abrevando mis historias. Carolina y yo veníamos retornando de un largo viaje y un mes y medio después nos casaríamos. Más de una anécdota para narrar en aquel loco 99.
Hace exactamente un año, casi a la media noche del 10 de mayo de 2016, regresamos en San Diego y en la sala me aguardaba un paquete con el sello de Random House. En su interior me acechaba este Tigre con fondo rojo. Los primeros ejemplares de Vientos de Santa Ana, mi primera novela (cuyos capítulos iniciales fueron escritos en la computadora de la redacción del periódico en verano de 2007 para ser varias veces abandonada y retomada) el primero de seis libros que se publicaron en 2016. He tenido una relación compleja con esta novela. Como que no acabo de aceptar del todo su tono y estado de ánimo. Con ella le pagué una deuda y le cobré una factura al periodismo. Fue una novela exorcismo. El Tigre de la portada me representa. He pensado seriamente en tatuármelo.
Hoy una atípica lluviecita bautizó el amanecer. Por la tarde el Tigre de San Nicolás escribió un extraordinario primer capítulo, pero ni por asomo cedo al triunfalismo ni canto victoria. Son dos asaltos y el primero acabó con cuatro contundentes zarpazos felinos. Dueñas, Aquino, Zelarayán están jugando en superlativo y Gignac en plan de despiadado matador, puntual a la cita. Juegazo chingón, casi redondo (podríamos habernos fácilmente ahorrado ese odioso gol de visitante de la basura), pero hay que tomarlo con sobriedad absoluta. Hace 18 años también viví mi primera Feria del Libro de Tijuana y Un asesino solitario del gran Élmer Mendoza fue el primer libro que pepené por estos rumbos. Va de nuez, una fiesta libresca más y si por ventura Tigres llega a la final, jugaría la ida el jueves 25 a las 19:00, justo a la hora de en que presento Días de whisky malo en la feria. ¿Y si les llevo una botella de Wild Turkey y nos ponemos a ver el partido? ¿Les late el plan? En los mayos feriales de liguilla todo se vale.
Wednesday, May 10, 2017
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