Con claridad extrema recuerdo lo que yo estaba haciendo, pensando y sintiendo el día de otoño en que mi hermana Elisa S. Basave vino al mundo, de la misma forma que recuerdo el lugar en que estaba (nueve meses antes) en la tarde de invierno en que me anunciaron que tendría una nueva hermanita. Apenas una ráfaga de viento ha transcurrido, un soplo de eterno retorno para llegar a la nublada mañana de junio en que recibo la noticia de que mi pequeña hermanita ya es mamá. Mi lindo y recién llegado sobrino comparte cumpleaños con el mismísimo Pancho Villa y en afán de ser fieles al santoral revolucionario, yo me pronuncio por llamarlo Doroteo. El destino lo ha marcado para ser Centauro norteño.
Tuesday, June 06, 2017
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