Eterno Retorno

Monday, October 08, 2007

Extreme Bloody Gore

Al Gore vino a Tijuana a escupir su incómoda verdad y la “mejor gente” de nuestra ciudad estuvo en primera fila para aplaudirlo. No les importó soportar el inclemente cerco policíaco de guerra que impidió meter un miserable teléfono ceuluar, una grabadora o una vanidosa bolsa de dama al lugar donde hablaría el ex vicepresidente. Ahí, en una de las canchas del Centro de Alto Rendimiento estaban politiquillos de segunda, tercera y cuarta división (disculpen, pero Baja California carece de políticos de premier league) lidersuchos empresariales y personajes de sociedad convertidos por dos horas en preocupadísimos ambientalistas dispuestos a cambiar su estilo de vida para conjurar esa pesadilla apocalíptica llamada calentamiento global.

Creo que no hace falta que lo reitere o lo señale: La inmensa mayoría de los politiquetes y empresarios que ahí se dieron cita no piensan, ni han pensado, ni están pensando, ni les preocupa un reverendo carajo esa cosa que se llama calentamiento global. Habrá excepciones (EEW hizo un poco más al respecto que sus antecesores) pero los problemas ambientales están en el más bajo de los sótanos en el orden de prioridades de nuestros políticos y empresarios. Ellos están preocupados por cosas importantísimas, pierden el sueño con asuntos de vida o muerte como conseguir una chambita en el gabinete de Osuna Millán el mes entrante, amarrar un contrato de obra pública, una concesión del Gobierno del Estado, una proveeduría, un contrato para fungir como asesores fantasmas con honorarios de 120 mil al mes y no tienen pesadillas con el deshielo de los polos, sino con la impugnación que Jorge Hank Rhon fue a poner al Trife.

Ay, los políticos bajacalifornianos, tan inmersos en sus guerras de pigmeos, esparciendo sus grillas verduleras, mostrando con desparpajo su proverbial ignorancia propia de mentecatos que en su vida han leído un libro (si acaso, y sólo por encimita, los que les obligaban a leer en la escuela) Hankistas, osunistas y oportunistas de aquí y de allá. A todos los hermana la vileza, la rastrera pequeñez, la miserable estatura intelectual. Se da por hecho que todo político es por naturaleza hijodeputa (hasta suena a pleonasmo), pero hay ciertos hijosdeputa con estilo, tipos que por lo menos arrastran sus pedacitos de cultura general, vaya, tan siquiera una conversación interesante. Pero nuestros ilustres gladiadores de tercera división presumen con desparpajo cómo los límites de su horizonte cultural llegan hasta el estadio de los padres de san diego. Y ahí tienes a esos campeones de la estupidez viendo como las profecías de San Juan se vuelven cruelmente reales en voz de Al Gore.

Aquí les chuto algunos de los comentarios editoriales que escribí con motivo de la visita de Gore a Tj.

Más de 30 años de experiencia en la alta política de los Estados Unidos no pasan en vano y eso se nota cuando uno escucha hablar a Albert Arnold Gore. Nadie pone en duda la plena vigencia de su cruzada y lo mucho que está haciendo por crear conciencia a nivel mundial para evitar un desastre planetario por el calentamiento global. Pero claro, eso no quita que el señor que estuvo a punto de arrebatarle la Presidencia de Estados Unidos a George Bush sea un auténtico “showman”. Vaya, mantener con un monólogo la atención de un auditorio durante dos horas es algo que requiere ciertas aptitudes actorales que no cualquiera domina.
Gore conoce bien su negocio y alterna el típico humor estadounidense rompehielo con algún chiste político, para dar paso al drama, el enojo y terminar con un mensaje de esperanza, todo acompañado de un estudiado e impecable lenguaje manual en plena coordinación con gesticulaciones y cambios en los tonos de voz. Gore se permite bromear con su derrota en las elecciones presidenciales del 2000 y hablar de lo incómodo que es soportar la seguridad aeroportuaria ahora que no viaja en el Air Force One. Cuando un estornudo lo obligó a interrumpir el monólogo, Gore no dudó en echarle la culpa a los automóviles basura de California que han ensuciado el aire de Tijuana. Gore ha sido mencionado como un posible ganador del Premio Nóbel de la Paz en 2008 y aunque él se descartó para una segunda campaña presidencial, a la hora de las preguntas hubo un par de asistentes que lo destaparon de nuevo para la Presidencia de Estados Unidos, algo que no molesta del todo al señor, que en lo que son persas o son manzanas, hace su negocio verde.
Y es que, preciso es señalarlo, sus verdades incómodas no son gratuitas ni baratas. A la UABC le cobró nomás 79 mil dolaritos por ir a hacernos tomar conciencia.


Al Gore llegó a Tijuana pare decir una verdad que resulta incómoda para muchos gobernantes y empresarios. Pero ayer lo más incómodo no fue la verdad, sino la vigilancia extrema que hubo en torno al ex candidato presidencial de Estados Unidos. Los asistentes a la conferencia tuvieron que olvidarse del celular y los radios, mientras que las damas tuvieron que decir adiós a sus bolsos. Por supuesto, ni siquiera una cámara o grabadora se pudo colar. La UABC fue sitiada y nadie que no tuviera invitación pudo siquiera acercarse a 300 metros del Centro de Alto Rendimiento. Eso sí, por ahí dicen quienes asistieron que en medio de la conferencia sonó un celular furtivo que entró de contrabando. ¿Sería cierto que era el de la presidenta del Congreso Gloria Loza? Privilegios de los legisladores.