Se nos fue la última camiseta. Se nos fue Walter Gaitán.
Ignoro los motivos reales y las profundidades de la grilla, pero si quieren que sea honesto no me importa conocerlos. Yo banco a muerte a Walter y mi gratitud hacia el mejor 10 Tigre de la historia será eterna. Walter merecía una despedida de gala con un partido de homenaje como le sucedió a Tomás Boy. (Aún recuerdo cuando acudí a ver ese histórico México vs Tigres en 1987 en que el Gran 8 jugó el primer tiempo con la verde y el segundo con la amarilla) Ojalá Walter se hubiera ido como el gran Barbadillo, en la cima de su gloria, con dos campeonatos a cuestas. Fue muy triste ver eclipsarse a Walter, fue deprimente verlo en los últimos partidos, pero la gratitud, señores, antes que un deber es un privilegio y como aficionado Tigre agradezco a quien no sólo nos dio 71 goles, sino jugadas y momentos imborrables. La personalidad de Tomás Boy, por ejemplo, me parece el colmo de la pedantería y nunca le perdonaré que haya entrenado a las mierdozas rayas en 1997 (te ganamos los dos clásicos en castigo por tu traición), pero jamás menguará mi gratitud por los años en que fue el gran armador de mi equipo, el 8 insustituible.
No faltan las serpientes y los desagradecidos que quieran crucificar a Gaitán. Ahí están mis coleguitas de Cancha con su encabezado madreador: “Gaitán se raja”. No les creo. Simplemente tuvo dignidad.
Aguante Walter. Apoyo y solidaridad eterna. Si usted se separó del equipo fue por dignidad. Cierto, las crisis internas y las depresiones se comen a cualquiera y a usted se lo comieron. No lo culpo. A mí a veces me pasa lo mismo. En el equipo lo esperamos de vuelta, que aún le queda mucho futbol que dar.
Y los directivos hablando de dar el 120%, de congelar la carrera de Gaitán, de que no se entregaba al máximo. Lo que es el cinismo y la desvergüenza. Ustedes, encorbatados pedantes mantenidos de la cementera, cobran el 200% y no dan un carajo, más que decisiones aberrantes y estúpidas que ponen en evidencia la forma en que los promotores les ven la cara de pendejos.
¿Por qué no te largas tú Urdiales? Dile a tu primo que te cobije en su puerca casa rayada. A ellos perteneces, a ellos has pertenecido siempre pedazo de mierda. A cobrar a tu tierra.
¿Quién carajo te trajo a ti Luri? ¿Conocías siquiera la existencia de este equipo antes de venir a cobrar, mercenario de cagada?
Lorenzo Zambrano, te pido un favor: Suelta este equipo. Herédalo a quien sí lo quiera. A ti ni te gusta el futbol, ni quieres ni has querido nunca a Tigres y por cierto ni siquiera te gustan las mujeres, ni la vida y doy por hecho que no eres capaz de amar otra cosa que no sea el dinero y los carros que coleccionas. Por favor, quiero volver a la época de gente como Luis Eugenio Todd, a la época en que había directivas con corazón.
¿Pedirle corazón a esa cementera? Primero me da agua el desierto. Aguante Gaitán. La verdadera afición lo apoya a muerte.
Ignoro los motivos reales y las profundidades de la grilla, pero si quieren que sea honesto no me importa conocerlos. Yo banco a muerte a Walter y mi gratitud hacia el mejor 10 Tigre de la historia será eterna. Walter merecía una despedida de gala con un partido de homenaje como le sucedió a Tomás Boy. (Aún recuerdo cuando acudí a ver ese histórico México vs Tigres en 1987 en que el Gran 8 jugó el primer tiempo con la verde y el segundo con la amarilla) Ojalá Walter se hubiera ido como el gran Barbadillo, en la cima de su gloria, con dos campeonatos a cuestas. Fue muy triste ver eclipsarse a Walter, fue deprimente verlo en los últimos partidos, pero la gratitud, señores, antes que un deber es un privilegio y como aficionado Tigre agradezco a quien no sólo nos dio 71 goles, sino jugadas y momentos imborrables. La personalidad de Tomás Boy, por ejemplo, me parece el colmo de la pedantería y nunca le perdonaré que haya entrenado a las mierdozas rayas en 1997 (te ganamos los dos clásicos en castigo por tu traición), pero jamás menguará mi gratitud por los años en que fue el gran armador de mi equipo, el 8 insustituible.
No faltan las serpientes y los desagradecidos que quieran crucificar a Gaitán. Ahí están mis coleguitas de Cancha con su encabezado madreador: “Gaitán se raja”. No les creo. Simplemente tuvo dignidad.
Aguante Walter. Apoyo y solidaridad eterna. Si usted se separó del equipo fue por dignidad. Cierto, las crisis internas y las depresiones se comen a cualquiera y a usted se lo comieron. No lo culpo. A mí a veces me pasa lo mismo. En el equipo lo esperamos de vuelta, que aún le queda mucho futbol que dar.
Y los directivos hablando de dar el 120%, de congelar la carrera de Gaitán, de que no se entregaba al máximo. Lo que es el cinismo y la desvergüenza. Ustedes, encorbatados pedantes mantenidos de la cementera, cobran el 200% y no dan un carajo, más que decisiones aberrantes y estúpidas que ponen en evidencia la forma en que los promotores les ven la cara de pendejos.
¿Por qué no te largas tú Urdiales? Dile a tu primo que te cobije en su puerca casa rayada. A ellos perteneces, a ellos has pertenecido siempre pedazo de mierda. A cobrar a tu tierra.
¿Quién carajo te trajo a ti Luri? ¿Conocías siquiera la existencia de este equipo antes de venir a cobrar, mercenario de cagada?
Lorenzo Zambrano, te pido un favor: Suelta este equipo. Herédalo a quien sí lo quiera. A ti ni te gusta el futbol, ni quieres ni has querido nunca a Tigres y por cierto ni siquiera te gustan las mujeres, ni la vida y doy por hecho que no eres capaz de amar otra cosa que no sea el dinero y los carros que coleccionas. Por favor, quiero volver a la época de gente como Luis Eugenio Todd, a la época en que había directivas con corazón.
¿Pedirle corazón a esa cementera? Primero me da agua el desierto. Aguante Gaitán. La verdadera afición lo apoya a muerte.