Eterno Retorno

Monday, October 01, 2007

Nunca cambies

La odiosa frase de la fresada es “nunca cambies”. También es un lugar común de algunos aplaudir a quien se mantiene fiel a sus convicciones y costumbres. Ser entero, de una pieza y tener principios definidos es algo que las buenas conciencias ensalzan como un valor moral. Claro, también los hay que abominan de la inmovilidad, pues les asquea la ausencia de evolución. No se si me lo machacaron demasiado mis compañeras fresas de la secundaria, pero lo cierto es que yo me tomé muy a pecho lo de “nunca cambies”, porque nomás no cambié nunca. Me aferré a ciertos gustos, aficiones, obsesiones y alucinajes diversos que 15 o 20 años después no he podido superar. Los libros de Historia que estoy leyendo en este momento son los mismos que hubiera leído con idéntico deleite a los 15 años de edad. El disco de King Diamond que me acabo de comprar me hubiera prendido tanto a los 14 años como me prendió ahora. Los Tigres perdieron 3-0 contra Puebla e hice un coraje de la chingada igual que hace un año, y cinco años y diez años y todos los años que han pasado desde 1982.

Convicciones, lo que son convicciones, llámesele políticas o religiosas, pues no tengo (no se preocupe, aquí tengo otras diría Groucho Marx y conste que odio a los cinéfilos) Digamos que sí estoy bien sentado en cimientos heterosexuales y monógamos mismos que sostengo por gusto y no por doctrina.

Digamos (como diría EEW), digamos que aquellas prácticas que tantos años después siguen siendo recurrentes en mi vida diaria como un culto religioso, son adicciones, vicios que acabaron por convertirse en bandera de vida, pero que no por ello dejan de ser vicios que a lo mejor deberían quitarme a punta de tablazos en el Cirad. ¿Que si leo mucho porque creo ciegamente en la literatura que amo? Yo no creo en la literatura y no creo que la ame, pero me aferro a los libros con la misma compulsión enfermiza con la que un adolescente se masturba. ¿Que si mi obsesión por viajar tiene que ver con mi insaciable sed de conocer nuevas culturas? Me da por viajar porque la vida está en otra parte y como descendiente de cavernícolas nómadas busco una luz a la que jamás podrá dar alcance. ¿Que si busco inspiración poética en la contemplación del océano? El mar me gusta de la misma forma que en la prepa te gusta una morra y no puedes dejar de mirarla.

A ver: ¿Qué hice en un fin de semana X de hace 14 años? ¿O de hace 10? Sin duda bebí cervezas, doy por hecho que escuché mucho metal (a lo mejor fui a una tocada), a huevo vi el partido de los Tigres (en el estadio si jugaban de local o en la tele si era de visitantes), posiblemente hayan perdido y yo me haya encabronado. Seguramente anduve en bicicleta y me di tiempo para deambular por alguna librería y doy por hecho que en mi buró había un altero de libros, casi todos de Historia. ¿Alguna novedad con respecto al presente? Bueno, sí; desde hace nueve años estoy casado, tengo una casa propia, vivo en otra ciudad, le he sumado un buen kilometraje a mis paseos, pero las cosas que me divierten y atraen mi atención siguen siendo las mismas de toda la vida. Que ya chole, que no me se otra canción, que soy un anacrónico aferrado, que si no me aburro. Pues no, viera usted que todavía no me he aburrido.


Vaya, imagínense que un día yo les cuente una historia como esta: Últimamente he seguido con mucha atención los partidos de los Padres de San Diego y no me pierdo a los Potros de Tijuana, leo revistas de tecnología computacional, estoy clavado en un nuevo juego de Nintendo, me obsesiona comprar nuevos accesorios para mi computadora, acudo a un grupo evangélico de alabanzas pues dios me ha iluminado y busco algo en qué creer aunque también me he acercado al budismo y las religiones orientales, estoy estrenando mi nueva camiseta de los rayados, me compré el disco de una banda de negros que tocan rap-hip hop mismo que alterna en mi i Pod con la música de lila downs y de silvio rodríguez, leo libros de administración gerencial, superación personal y literatura chicana contracultural, acudiré al concierto de ricky martin y a un festival de reageton, tengo un nuevo trabajo como vendedor de seguros que alterno con mis labores como promotor de relaciones públicas e instructor de cursos motivacionales, me compré unas nuevas corbatas en Fashion Valley, unos sacos y unos zapatos, acudo a clases de bailes calientes latinos, pienso vacacionar en Diseny, Las Vegas y Puerto Rico, me he vuelto promiscuo y tengo serias dudas sobre mi orientación sexual, en el mundial le voy a Brasil, tengo nuevos amigos en internet con los que chateo a diario, me gusta ir de ligue a antros, me metí a un club de solteros que buscan pareja, estoy emocionado con la idea de poder presenciar un nuevo performance frente a una obra de arte instalación, hago compras por internet, acudo a retiros espirituales, soy fanático de series como los Simpson, me visto con colores primaverales, junto dinero para comprar el carro de mis sueños para lo cual he dejado de viajar, sueño con ser papá de muchos niñitos adorables, me se de memoria todas las marcas de carros, me he vuelto abstemio y no bebo gota de alcohol, pero sí en cambio mucha coca cola. Ceno todos los días en mc donalds, voy al cine tres veces por semana y me quita el sueño adivinar quién va a ganar el Óscar, pues soy cinéfilo por vocación.


Ya en serio ¿Se imaginan en mi vida una historia así? Tal vez no se lo que quiero, pero por lo menos sospecho qué es lo que me gusta y sobre todo tengo muy claro qué es lo que aborrezco y me hace vomitar.