Un día largo, muy largo y esto apenas comienza. Falta el Vía Crucis postelectoral.
Por Daniel Salinas Basave
Quienes pronosticaron que la de ayer sería la jornada electoral más reñida en toda la historia de Baja California no se equivocaron.
El anochecer del día más esperado por casi tres millones de bajacalifornianos cayó sobre una entidad en donde reinaba el suspenso.
Las banderas azules y rojas que por igual proclamaban la victoria a caer la tarde, ondeaban tímidas y las sonrisas de los candidatos, aún la de aquellos que alzaron los brazos, parecían tímidas y poco convincentes, pues dijeran lo que dijeran, quedaba claro que nadie sentía la plena seguridad de tener el triunfo en la bolsa.
José Guadalupe Osuna Millán de la Alianza por Baja California y Jorge Hank Rhon de la Alianza para que Vivas Mejor terminaron la jornada peleando cada voto, cada casilla, como en carrera parejera, de esas que se ganan por media cabeza, aunque la cabeza del caballo azul iba adelante.
La sangre por fortuna no llegó al río y al final, pese a los malos pronósticos, la jornada terminó sin hechos de sangre que lamentar, aunque sí con demasiado trabajo para las policías municipales y más de 60 personas detenidas por delitos electorales.
Desde el amanecer
Cuando el Sol dominical asomó por el Este, cientos de personas ya estaban en las calles aguardando la apertura de casillas, lo que hacía presagiar que por lo menos el abstencionismo sí sería derrotado en esta ocasión.
Aún así, pese al entusiasmo madrugador de los ciudadanos, fueron muchas las casillas que abrieron con retraso, algo que tristemente ya no sorprendió a nadie.
Lo que rebasó todos los límites en términos de cobertura mediática fue el momento en que Jorge Hank Rhon depositó su voto en la ánfora, instante que fue captado por más de un centenar de cámaras y se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que nunca en la historia se había dado semejante atención al simple sufragio de un habitante de Baja California.
Relativamente más discreto en lo que a atención periodística se refiere, José Guadalupe Osuna acudió a votar acompañado de su familia y a más de uno extrañó que a su lado no hubiera una sola figura del panismo.
Pero quienes se robaron la atención y se colaron como nota principal de los portales electrónicos fueron los profesores del SNTE capturados por la Policía Municipal, que no titubeó para jugar a creerse ministerio público con orden de cateo y emprender redadas en los hoteles donde se hospedaban.
Llevados de “La Ocho” a la sección Patrullas y de ahí a la Estancia Municipal de Infractores, los profesores tardaron algunas horas en recuperar su libertad mientras el diputado del Partido Nueva Alianza Jorge Kawaghi encaraba furioso a los uniformados.
Allanamiento de morada, privación ilegal de la libertad, daños en propiedad ajena y abuso de autoridad fueron los delitos que el ex boxeador imputó a los agentes municipales en la denuncia penal que fue a interponer, respaldado por Manuel Espino Barrientos, líder nacional del PAN.
Mientras esto sucedía en Tijuana, en Rosarito se desataban rumores sobre comandos armados que hacían detonaciones en los alrededores de las casillas.
Cuando finalmente dieron las 18:00, había cientos de ciudadanos haciendo en fila en las casillas especiales, algunas de las cuales abrieron tarde, lo que provocó que minutos antes de las 19:00 todavía hubiera gente cruzando boletas en Rosarito.
Suspenso total
A las 18:20, el siempre polémico IEE anunció la prohibición, con efecto retroactivo, de dar a conocer cualquier tipo de encuesta de salida, lo que alargaba el suspenso y las sospechas.
Ello no impidió que tanto la Alianza para que Vivas Mejor como al Alianza por Baja California se autoproclamaran contundentes vencedores.
Manuel Espino alzaba los brazos de Osuna Millán, mientras que Hank Rhon, un tanto más mesurado, aguardaba en el Hipódromo el momento de celebrar.
La noche avanzaba y no parecía haber ganador seguro, si bien Osuna Millán llevaba una ligera ventaja de cuatro puntos según las encuestas de salida.
La madrugada se acercaba, panistas y priistas se autoproclamaban triunfadores sin que la euforia brotara y ante la ausencia de un triunfador contundente, los bajacalifornianos se empiezan a preparar para lo que puede ser una larga semana postelectoral.