Uno de dos
Entre estos dos hombres sólo parece haber dos cosas en común: Ambos fueron alcaldes de Tijuana y ambos sueñan con gobernar Baja California, aunque sólo uno lo conseguirá.
Fuera de ese par de aspectos, todo es contraste entre José Guadalupe Osuna Millán y Jorge Hank Rhon.
Nunca en la historia de los procesos electorales bajacalifornianos se habían enfrentado dos candidatos con orígenes, trayectorias y estilos de vida tan radicalmente opuestos.
Osuna Millán nació en la modesta clase media sinaloense y Hank Rhon en la opulencia de la aristocracia mexiquense.
El primero llegó a vivir a Tijuana siendo un estudiante de escasos recursos que aspiraba a ingresar en la Facultad de Economía de la UABC y el segundo llegó a la ciudad como el todo poderoso concesionario del Hipódromo Agua Caliente.
La vida de Osuna Millán ha estado unida desde hace 20 años a la función pública y su trayectoria, en extremo discreta, era prácticamente desconocida para los medios nacionales.
En cambio, la vida de Hank Rhon va unida a la leyenda negra, a historias diluidas entre la ficción y la realidad donde lo siniestro y lo extravagante se mezclan con la filantropía y el éxito empresarial.
Uno de ellos dos gobernará Baja California y este 5 de agosto los bajacalifornianos tendrán la última palabra.
Entre estos dos hombres sólo parece haber dos cosas en común: Ambos fueron alcaldes de Tijuana y ambos sueñan con gobernar Baja California, aunque sólo uno lo conseguirá.
Fuera de ese par de aspectos, todo es contraste entre José Guadalupe Osuna Millán y Jorge Hank Rhon.
Nunca en la historia de los procesos electorales bajacalifornianos se habían enfrentado dos candidatos con orígenes, trayectorias y estilos de vida tan radicalmente opuestos.
Osuna Millán nació en la modesta clase media sinaloense y Hank Rhon en la opulencia de la aristocracia mexiquense.
El primero llegó a vivir a Tijuana siendo un estudiante de escasos recursos que aspiraba a ingresar en la Facultad de Economía de la UABC y el segundo llegó a la ciudad como el todo poderoso concesionario del Hipódromo Agua Caliente.
La vida de Osuna Millán ha estado unida desde hace 20 años a la función pública y su trayectoria, en extremo discreta, era prácticamente desconocida para los medios nacionales.
En cambio, la vida de Hank Rhon va unida a la leyenda negra, a historias diluidas entre la ficción y la realidad donde lo siniestro y lo extravagante se mezclan con la filantropía y el éxito empresarial.
Uno de ellos dos gobernará Baja California y este 5 de agosto los bajacalifornianos tendrán la última palabra.