Eterno Retorno

Wednesday, September 15, 2004

En el carro me aguarda una botella de buen Mezcal Gusano Rojo, único mezcal auténtico oaxaqueño que se puede conseguir en los supermercados de esta ciudad. Todo lo demás son aguardientes adulterados.
El gusanito yace en el fondo de la botella, flotando emocionado en el elixir de los dioses, aguardando el momento de ser devorado atiborrado de sal con unos gajos de limón a un lado. Mmmmmm. Lo malo es que tengo guardia y deberé ir a cubrir el grito a Palacio. Claro, a menos que al gusanito le entre el fervor insurgente y se ponga a dar de gritos desde antes.
Por lo demás, existe una licorería en Rosarito y otra por el mercado Hidalgo, Licores La Playa, donde se pueden conseguir tequilas y mezcales auténticos, de garrafa, curaditos de pueblo, generosos para el paladar. De cualquier manera, mi rojo gusanito no se raja.


Siempre que pienso en mezcal, pienso en José Revueltas. Sí, ya se que debería pensar antes en Bajo el volcán de Lowry, pero a mi me viene a la mente la Palabra Sagrada. En mi escritorio un ejemplar de Los Muros de Agua en editorial Era. Es el primer libro de Revueltas y actúa como heraldo de lo que sería esa obra sin igual que arroja páginas apoteóticas. Los Muros de Agua no es mi libro favorito de Revueltas, sin embargo reconozco en él una piedra angular, un punto de partida, un génesis sin cordón umbilical. La primera de las galerías infernales, aunque sin llegar a la crudeza ontológica de El Luto Humano, su segunda obra, que para mí es la más fuerte, al menos en lo que a novela se refiere. Como relatos, me quedo con Dios en la Tierra. Si tuviera que elegir un cuento mexicano, uno solo, me quedaría con Dios en la Tierra. título del cuento que abre el volumen del mismo nombre. La población estaba cerrada con odio. Ufff. This is Hard Core.
Revueltas dice que a él le hubiera gustado denominar a toda su obra Los días terrenales. Una buena elección sin duda para nombrar una obra sin igual. Leer Revueltas mientras se bebe mezcal, combinación harto recomendable.