Eterno Retorno

Friday, August 13, 2004

Pasos de Gutenberg
Por Daniel Salinas Basave


Tratemos de imaginar que pasaría si de pronto cayera en nuestras manos un documento en el que podemos leer la historia de un día cualquiera de nuestra vida, escrita por un desconocido que se da a la tarea de narrar, punto por punto y hora por hora, todo lo que hicimos una ordinaria tarde.
Instantes, anécdotas, citas y traslados que tal vez se han borrado de nuestra memoria, están ahí narrados puntualmente por esa suerte de biógrafo espectral que se encargo de registrar nuestra existencia.
Lo imposible sería no sentir un escalofrío al saber que esa historia de nuestra vida ha sido escrita por un espía de la Stasi, la temible policía secreta de la República Democrática Alemana.
Un testimonio así, absolutamente real por cierto, es lo que nos narra el historiador británico Timothy Garton Ash en ?El Expediente. Una historia personal?.
Un día de 1992, cuando los expedientes del extinto gobierno comunista de la RDA son abiertos, Garton Ash se da a la tarea de revisarlos y para su sorpresa, se encuentra un gordo fajo de hojas en los que el servicio secreto integró su propio archivo.
En él se narran hasta los más absurdos pormenores de lo que el historiador hizo durante los tres años que vivió en el fragmentado Berlín de la Guerra Fría, a donde llegó a vivir en 1978 para realizar una tesis sobre los movimientos de resistencia anti nazi.
Entre el laberinto de muebles de latón, Garton Ash va leyendo hoja por hoja los datos que la Stasi recopiló sobre su persona.
De entrada, el historiador se entera que durante esos tres años fue llamado Romeo por los espías de Berlín Oriental.
También con horror se da cuenta que muchos de los escenarios, situaciones y personas que lo rodean en aquella época, formaron parte de la investigación de la Stasi
Los que fingían ser sus amigos eran en realidad espías a las órdenes del gobierno comunista y lo que él creía era su vida en Berlín, fue en gran medida un montaje del servicio secreto.
En ese sentido, El expediente es un libro que nos deja por herencia una reflexión sobre los infinitos rostros ocultos que puede tener un instante o situación cualquiera.
Es también un documento serio más que apropiado para conocer los procedimientos de espionaje de las dictaduras de la Cortina de Hierro y la forma en que el concepto de privacidad e intimidad humana fue anulado por completo en dichos sistemas políticos.
Sin embargo, confieso que me quedo con las ganas de encontrar algo más y al concluir el libro, tengo la impresión de haberme enfrentado a un expediente tan frío y metódico como los elaborados por burócratas comunistas.
Tal vez exagero en esto último, pero la verdad me parece que el tema es riquísimo y la historia tenía infinitas posibilidades que se hubieran podido explotar mejor.
Entiendo que Garton Ash es un historiador serio y no podemos exigirle que inyecte una dosis de suspenso, aún en esta historia que ofrece tanta tela de donde cortar.
El problema es que se queda en un testimonio personal un tanto frío y limitado, que ni siquiera apuesta por un concepto ensayístico sobre el fenómeno del espionaje en la Guerra Fría.
Al final, el sabor de boca es bueno, pero creo que había material de sobra como para haber podido aspirar a un libro inolvidable y no únicamente a un simple testimonio interesante.


El expediente. Una historia personal
Timothy Garton Ash
TusQuets Editores