Alguien sugiere en el tag que si acaso quiero hueso con Hank Rhon o que si soy su amigo. ¿Por hacerle una entrevista? Por favor, carajo. Es la tercera entrevista exclusiva que le hago en mi vida, y en cada una de ellas me he enfocado a los temas fuertes del momento. En este instante el tema es la alcaldía y sobre eso tengo que preguntarle y debo entrevistarlo bajo la óptica de que hasta que el PAN demuestre lo contrario, es el ganador de unas elecciones y será el alcalde de nuestra ciudad. Definitivamente, te equivocaste de persona huesudo.
¿Tienes dudas? Te exhorto a que me sigas leyendo y verás que cuando Hank sea alcalde lo cuestionaré y criticaré con fundamentos, de la misma forma que cuestioné duramente cuando me tocó cubrir a Francisco Vega de Lamadrid y a Jesús González y de la misma forma que hubiera sido crítico con Ramos si hubiera llegado. A las hemerotecas se remito. Ahí te darás cuenta si de verdad quiero un hueso.
¿Miedo? Miedo no le tengo a nadie. Una de las mayores bendiciones que puede tener el hombre es morir antes de llegar a viejo. La Muerte es mi consejera y mi aliada.
¿Miedo de escribir lo que todo México y USA sabe de Hank? Bueno, pues si tan bien lo saben en México y USA y si tan bien lo sabes tú, pues grítenlo a los cuatro vientos y que lo metan a la cárcel. ¿Por qué nadie puede presentar pruebas en su contra? Si en Estados Unidos tuviera cuentas pendientes, hace mucho que hubiera sido detenido, pero resulta que el señor tiene una casa muy bonita en San Diego y va para allá muy seguido, así que no creo que en el vecino país le sepan muchas cosas como tú dices, ni que tenga algún miedo o cuenta pendiente.
La hipótesis que lo relaciona con la muerte de Ortiz Franco me parece absolutamente absurda y descabellada. No creo en ella. A mí como reportero mi código de ética me exige pruebas, documentos, testimonios verídicos, constancia de todo aquello que escribo, máxime cuando es una acusación. De otra manera, simplemente no se publica. Yo lo que publico es con papelito o testimonio detrás. Es muy fácil alucinar, pero para eso está la literatura. Si Hank se tomara la molestia de demandar por difamación a todos sus detractores que se han dedicado a vociferar en su contra sin mínimos fundamentos, ya hubiera doblado su fortuna.
¿Trabajar para el Gobierno? De esta agua sí que no beberé. Lo puedo afirmar sin tapujos. Jamás he trabajado en ninguna institución pública y jamás lo haría. Jamás trabajaría, ni formal ni informalmente para un gobierno o partido. Siento respeto por algunas personas que realizan un digno y profesional trabajo desde las oficinas de comunicación social de las instituciones públicas. Es un trabajo como cualquier otro y lo deben desempeñar lo mejor posible. Hay gente en diversas direcciones de comunicación que hace un trabajo serio, responsable y ajeno a las grillas. Ellos merecen todo mi respeto, aunque en lo personal no trabajaría nunca para una oficina de comunicación oficial. Sin embargo, siento una repugnancia y un asco indescriptible hacia aquellas sangujuelas que siendo periodistas en activo o laborando para algún medio, descaradamente se ponen al servicio de algún candidato, de algún partido o de algún gobierno y que incluso se inscriben como militantes de partidos políticos. Bajo mi criterio, el mayor escupitajo para la carrera de un periodista, es terminar trabajando para los políticos. Eso señores, es el fracaso absoluto del periodismo. Cuando yo deje esta noble y quijotesca actividad, me iré a una empresa privada y me alejaré para siempre del ambiente de los políticos.
Nunca trabajaré para alguno. Tienen derecho a escupirme en la cara si incumplo esta promesa.
¿Tienes dudas? Te exhorto a que me sigas leyendo y verás que cuando Hank sea alcalde lo cuestionaré y criticaré con fundamentos, de la misma forma que cuestioné duramente cuando me tocó cubrir a Francisco Vega de Lamadrid y a Jesús González y de la misma forma que hubiera sido crítico con Ramos si hubiera llegado. A las hemerotecas se remito. Ahí te darás cuenta si de verdad quiero un hueso.
¿Miedo? Miedo no le tengo a nadie. Una de las mayores bendiciones que puede tener el hombre es morir antes de llegar a viejo. La Muerte es mi consejera y mi aliada.
¿Miedo de escribir lo que todo México y USA sabe de Hank? Bueno, pues si tan bien lo saben en México y USA y si tan bien lo sabes tú, pues grítenlo a los cuatro vientos y que lo metan a la cárcel. ¿Por qué nadie puede presentar pruebas en su contra? Si en Estados Unidos tuviera cuentas pendientes, hace mucho que hubiera sido detenido, pero resulta que el señor tiene una casa muy bonita en San Diego y va para allá muy seguido, así que no creo que en el vecino país le sepan muchas cosas como tú dices, ni que tenga algún miedo o cuenta pendiente.
La hipótesis que lo relaciona con la muerte de Ortiz Franco me parece absolutamente absurda y descabellada. No creo en ella. A mí como reportero mi código de ética me exige pruebas, documentos, testimonios verídicos, constancia de todo aquello que escribo, máxime cuando es una acusación. De otra manera, simplemente no se publica. Yo lo que publico es con papelito o testimonio detrás. Es muy fácil alucinar, pero para eso está la literatura. Si Hank se tomara la molestia de demandar por difamación a todos sus detractores que se han dedicado a vociferar en su contra sin mínimos fundamentos, ya hubiera doblado su fortuna.
¿Trabajar para el Gobierno? De esta agua sí que no beberé. Lo puedo afirmar sin tapujos. Jamás he trabajado en ninguna institución pública y jamás lo haría. Jamás trabajaría, ni formal ni informalmente para un gobierno o partido. Siento respeto por algunas personas que realizan un digno y profesional trabajo desde las oficinas de comunicación social de las instituciones públicas. Es un trabajo como cualquier otro y lo deben desempeñar lo mejor posible. Hay gente en diversas direcciones de comunicación que hace un trabajo serio, responsable y ajeno a las grillas. Ellos merecen todo mi respeto, aunque en lo personal no trabajaría nunca para una oficina de comunicación oficial. Sin embargo, siento una repugnancia y un asco indescriptible hacia aquellas sangujuelas que siendo periodistas en activo o laborando para algún medio, descaradamente se ponen al servicio de algún candidato, de algún partido o de algún gobierno y que incluso se inscriben como militantes de partidos políticos. Bajo mi criterio, el mayor escupitajo para la carrera de un periodista, es terminar trabajando para los políticos. Eso señores, es el fracaso absoluto del periodismo. Cuando yo deje esta noble y quijotesca actividad, me iré a una empresa privada y me alejaré para siempre del ambiente de los políticos.
Nunca trabajaré para alguno. Tienen derecho a escupirme en la cara si incumplo esta promesa.