Un año y dos dìas de compulsivo blogueo
Se acaba el 2003, se consume como el beso de la mujer amada en una despedida, como los viajes a mágicas ciudades, como una bebida cara en una noche de antro, como la botella de buen vino.
El dìa 28 de diciembre este blog cumpliò su primer año de vida. No hubo pastel ni cantè Mañanitas, pero no me pasò desapercibido. ¿Serà un síntoma el hecho de que mi blog haya nacido el Dìa de los Inocentes? Tal vez lo que aquì se escribe sean en realidad puras mentiras o acaso el hecho de que su cumpleaños sea en el dìa oficial de la inocentada, sirva para recordarme que nada de lo que aquì suceda debe tomarse demasiado en serio.
De cualquier manera, creo que este espacio merece un homenaje de mi parte. Pocas cosas en esta vida logran crearme adicciòn, pero una vez que me he transformado en adicto, no conozco rehabilitación alguna. Con el blog me sucedió asì.
Hace un año, cuando mi colega Paty Blake me hablò de este fenònemo, me costò trabajo entenderlo. ¿Còmo que publicar tus textos en la red? Primero imaginè que era algo asì como un taller literario electrónico y empecé subiendo puros cuentos y relatos de ficción, pero luego me di cuenta que el blog solito me llevaba por los caminos del diario de navegación cotidiana. De una u otra forma, y me duele aceptarlo, sustituyò a los diarios en papel que desde los 10 años de edad he escrito de manera ininterrumpida. Pero he aquì un gran contraste, pues mientras mis diarios escritos con mi jeroglífica caligrafía son incomprensibles y se encuentran ocultos en cajones, este espacio es cosa pùblica.
Ello me ha hecho penetrar en un universo absolutamente nuevo para mì, pues yo jamás habìa sido un publirelacionista de la red y ahora, un año después, me encuentro con que hay gente a la que creo conocer y hasta apreciar sòlo por lo leìdo en sus pàginas, siendo que nunca en mi vida los he visto, al menos no físicamente. Personalmente, no conozco a màs ocho blogueros y sin embargo, hay algunas pàginas que son para mì como los buenos libros de mi biblioteca y que de una u otra forma me han influido, regalándome profundas reflexiones y en algunos casos, honestas y espontáneas carcajadas. Nunca he querido hacer un top ten de blogs leìdos. Hay algunos blogs que leo a diario, hay algunos que leo de vez en cuando y algunos los leì sòlo una vez y con eso me bastò para no volver. Unos eran excelentes y se apagaron, otros tuvieron momentáneos chispazos, otros resurgen como el Ave Fénix de sus cenizas y otros, los menos, se han mantenido en un gran nivel que me obliga a revisarlos casi a diario. Por mi parte, creo que en ocasiones he pecado de una brutal honestidad. Y no me he autocensurado mucho que digamos. Por razones profesionales evito hablar de asuntos relativos a mi trabajo y de reportajes que estàn en proceso de elaboración, pero puedo afirmar que jamás he borrado un punto o una coma de lo aquì escrito. Lo caido, caido. Desde hace un buen rato vivo asumiendo las consecuencias de la palabra publicada.
Y sì, como dice Nanilkah, todo lo que escribas podrà ser usado en tu contra y por lo escrito en esta juguetona paginita, ya me he ganado a lo largo de este año un par de personas ofendidas a las que les darìa mucho gusto verme sufrir, cosa que realmente me vale un soberano carajo.
Pero en contraparte, he podido conocer e incluso intercambiar opiniones e ideas realmente valiosas con personas, algunas de ellas a miles de kilómetros de distancia física, que sin haber visto nunca en mi vida me han aportado muchísimo.
Hedonista como soy, escribo esto guiado únicamente por el principio del placer y por ello, tal vez, suelo ser tan recurrente en la temática: libros, futbol, metal, vida cotidiana, opiniones políticamente incorrectas, un poco de compulsiva ficción y diverso alucinaje.
No se si el blog sea el futuro de la literatura, pero creo que una historia o ensayo serio sobre los movimientos literarios de vanguardia, no pude ni debe ignorarlo. Desconfìo de aquellos puristas del papel que se dedican a desacreditar sistemáticamente este fenómeno. La literatura jamás ha sido esclava de una forma y a veces, la màs deliciosa es aquella que nace sin pretender ser o hacerse llamar obra literaria. He pensado seriamente en escribir algún ensayo sobre el universo blog y sus consecuencias. Abordar el tema como fenómeno de comunicación, como vanguardia literaria y tambièn como adicciòn. Los psicólogos tienen mucho que decir acerca de este tema (pedirè ayuda a Carol).
El sedentario 2003, el año en que menos viajè en mi vida, tuvo sus particularidades.
Me gustarìa decir muchas cosas pero creo que el rostro del 2003 serà recordado por dos particularidades: La casa y el blog . Este año, Carol y yo compramos el inmueble que es y serà nuestro hogar, mismo que acarreò consigo nuestras ilusiones, esfuerzos y muchísimo dinero. Y el blog, que mal que bien se encargò de enviciarme lo suficiente como para hacerme invertir en este sitio un caudal de horas hombre y de una u otra forma, aunque sea por aquellas pequeñas cosas del lúdico universo, se puede afirmar que mi vida no es la misma después del blog.
Se acaba el 2003, se consume como el beso de la mujer amada en una despedida, como los viajes a mágicas ciudades, como una bebida cara en una noche de antro, como la botella de buen vino.
El dìa 28 de diciembre este blog cumpliò su primer año de vida. No hubo pastel ni cantè Mañanitas, pero no me pasò desapercibido. ¿Serà un síntoma el hecho de que mi blog haya nacido el Dìa de los Inocentes? Tal vez lo que aquì se escribe sean en realidad puras mentiras o acaso el hecho de que su cumpleaños sea en el dìa oficial de la inocentada, sirva para recordarme que nada de lo que aquì suceda debe tomarse demasiado en serio.
De cualquier manera, creo que este espacio merece un homenaje de mi parte. Pocas cosas en esta vida logran crearme adicciòn, pero una vez que me he transformado en adicto, no conozco rehabilitación alguna. Con el blog me sucedió asì.
Hace un año, cuando mi colega Paty Blake me hablò de este fenònemo, me costò trabajo entenderlo. ¿Còmo que publicar tus textos en la red? Primero imaginè que era algo asì como un taller literario electrónico y empecé subiendo puros cuentos y relatos de ficción, pero luego me di cuenta que el blog solito me llevaba por los caminos del diario de navegación cotidiana. De una u otra forma, y me duele aceptarlo, sustituyò a los diarios en papel que desde los 10 años de edad he escrito de manera ininterrumpida. Pero he aquì un gran contraste, pues mientras mis diarios escritos con mi jeroglífica caligrafía son incomprensibles y se encuentran ocultos en cajones, este espacio es cosa pùblica.
Ello me ha hecho penetrar en un universo absolutamente nuevo para mì, pues yo jamás habìa sido un publirelacionista de la red y ahora, un año después, me encuentro con que hay gente a la que creo conocer y hasta apreciar sòlo por lo leìdo en sus pàginas, siendo que nunca en mi vida los he visto, al menos no físicamente. Personalmente, no conozco a màs ocho blogueros y sin embargo, hay algunas pàginas que son para mì como los buenos libros de mi biblioteca y que de una u otra forma me han influido, regalándome profundas reflexiones y en algunos casos, honestas y espontáneas carcajadas. Nunca he querido hacer un top ten de blogs leìdos. Hay algunos blogs que leo a diario, hay algunos que leo de vez en cuando y algunos los leì sòlo una vez y con eso me bastò para no volver. Unos eran excelentes y se apagaron, otros tuvieron momentáneos chispazos, otros resurgen como el Ave Fénix de sus cenizas y otros, los menos, se han mantenido en un gran nivel que me obliga a revisarlos casi a diario. Por mi parte, creo que en ocasiones he pecado de una brutal honestidad. Y no me he autocensurado mucho que digamos. Por razones profesionales evito hablar de asuntos relativos a mi trabajo y de reportajes que estàn en proceso de elaboración, pero puedo afirmar que jamás he borrado un punto o una coma de lo aquì escrito. Lo caido, caido. Desde hace un buen rato vivo asumiendo las consecuencias de la palabra publicada.
Y sì, como dice Nanilkah, todo lo que escribas podrà ser usado en tu contra y por lo escrito en esta juguetona paginita, ya me he ganado a lo largo de este año un par de personas ofendidas a las que les darìa mucho gusto verme sufrir, cosa que realmente me vale un soberano carajo.
Pero en contraparte, he podido conocer e incluso intercambiar opiniones e ideas realmente valiosas con personas, algunas de ellas a miles de kilómetros de distancia física, que sin haber visto nunca en mi vida me han aportado muchísimo.
Hedonista como soy, escribo esto guiado únicamente por el principio del placer y por ello, tal vez, suelo ser tan recurrente en la temática: libros, futbol, metal, vida cotidiana, opiniones políticamente incorrectas, un poco de compulsiva ficción y diverso alucinaje.
No se si el blog sea el futuro de la literatura, pero creo que una historia o ensayo serio sobre los movimientos literarios de vanguardia, no pude ni debe ignorarlo. Desconfìo de aquellos puristas del papel que se dedican a desacreditar sistemáticamente este fenómeno. La literatura jamás ha sido esclava de una forma y a veces, la màs deliciosa es aquella que nace sin pretender ser o hacerse llamar obra literaria. He pensado seriamente en escribir algún ensayo sobre el universo blog y sus consecuencias. Abordar el tema como fenómeno de comunicación, como vanguardia literaria y tambièn como adicciòn. Los psicólogos tienen mucho que decir acerca de este tema (pedirè ayuda a Carol).
El sedentario 2003, el año en que menos viajè en mi vida, tuvo sus particularidades.
Me gustarìa decir muchas cosas pero creo que el rostro del 2003 serà recordado por dos particularidades: La casa y el blog . Este año, Carol y yo compramos el inmueble que es y serà nuestro hogar, mismo que acarreò consigo nuestras ilusiones, esfuerzos y muchísimo dinero. Y el blog, que mal que bien se encargò de enviciarme lo suficiente como para hacerme invertir en este sitio un caudal de horas hombre y de una u otra forma, aunque sea por aquellas pequeñas cosas del lúdico universo, se puede afirmar que mi vida no es la misma después del blog.