Leí lo que escribió Julio El Sueco. En verdad me duele y me sentí obligado a escribir. Me refiero al tema del racismo, un fantasma que me ha perseguido durante toda mi vida y un adjetivo que mucha gente me ha colgado a lo largo de la existencia. Cuando expreso mi controvertido punto de vista en trono a la historia de la humanidad y la sociedad actual, de inmediato me empiezan a decir que soy un nazi, un KKK y que predico la supremacía blanca. Escribí mucho esta tarde, muchísimo; largas interpretaciones históricas del Holocausto nazi, del colonialismo en África, de la conquista española en México, anécdotas de mi vida y explicaciones tratando de justificar mi posición en torno al con-flicto de razas. Luego las releí y dije basta. Tal vez luego las publique. No es el momento de atiborrar el blog con disertaciones tan largas y aburridas que de todas formas serán malinterpretadas, cuando lo único que quiero decir y aclarar se reduce a unas cuantas palabras: - NO SOY RACISTA, NUNCA LO HE SIDO-



Un diálogo probable

-Am I In Amsterdam?
-No mi compa, estás en el mismísimo Zacazonapan y póngale a lo sabroso-
- ¿Así nomás?
- Así nomás mi compa-
- Al chile, al chile, nomás en Holanda me había sentido así- ZACAZONAPAN - THIS IS HARD FUCKING CORE

Un buen amante del vicio debe saber agradecer la recomendación de un buen bar de la misma forma que se agradece la recomendación de un buen vino, de un buen disco o de un buen libro. Así las cosas, el agradecimiento total es para la creadora De Quereres y Otros Males a quién sólo conozco por este cibernético medio. Gracias por su buen gusto y excelentes recomendaciones- Gratitud por siem-pre-


He querido narrar las andanzas del fin de semana: Tigres casi eliminado y de panzazo en semifinal, Carolina volando sobre los cielos de Tijuana sin poder aterrizar por la neblina, mi primera conviven-cia con la banda bloguera en el Turístico, pero debo escribir una mierda de entrevista con el jefe de la DEA en San Diego que sale para mañana y por supuesto va de portuaria. Ni modo, la inmediatez del periodismo me exige dejar para mañana mi adicción bloguera.