Adopte a un Tigre
¿A quién carajos se le ocurre programar una doble jornada justo en la fecha en que se juega el partido más importante de todo el torneo de liga? Tigres vs Rayados el miércoles. Puta madre, que mala idea. Sin duda voy a estar hasta la madre de trabajo y por si fuera poco estoy forzado a ir a buscar a donde carajos verlo, pues el partido lo trasmite Sky y resulta que en casa tengo DirectTv. Ello me obliga a buscar un bar donde lo pasen lo cual el miércoles será literalmente imposible, pues estará jugándose la puta serie mundial
¿Qué significa eso? Pues que todos los bares de Tijuana estarán prendidos del pinche beisbol de mierda. ¿A quién le importa ese deporte de cagada? Me cagan las culturas beisboleras, simplemente no me identifico con ellas. Ya lo he dicho en otras ocasión, la pasión por este aburridísimo juego es lo único que todavía no logro comprender de la esencia tijuanense. Serie ¿mundial? ¿Pues de que puto mundo hablan? Me interesa más ver un partido de futbol de la liga Romero Manzo que ese pinche juego aburrido y despreciable cuyas reglas ni siquiera me interesa conocer. Solo una vez en mi vida he acudido a un juego de beisbol y no fue por mi voluntad. Resulta que yo estaba cubriendo al entonces gobernador de Nuevo León Fernando Canales quién acudió a inaugurar la temporada de los Sultanes de Monterrey. Me puse la aburrida de mi vida. Por fortuna el Gober no se quedó todo el juego y nos fuimos a tiempo, antes de que me quedara dormido. Estando en Nueva York acudí al estadio de los Yankees en el Bronx, pero no para ver un juego de beisbol, sino para cubrir algo igual o más aborrecible: Una pinche oración patriotera. Fue el domingo 23 de septiembre de 2001 y las buenas conciencias gabachas organizaron una oración colectiva en el pinche estadio en memoria de las víctimas del 11 de septiembre y yo tuve que ir a cubrirla. ?A prayer for America?, ahí nomás con el nombrecito se darán una idea de la calaña patriotera, fascistoide y w.a.s.p. del evento. Los aficionados del beisbol veneran ese pinche estadio como si fuera un templo, hagan de cuenta como si yo hubiera ido al Old Trafford de Manchester o al Maracaná de Brasil, pero para mí ir al estadio Yankee no significó un carajo y más bien me recuerda un instante de insufrible ahuevamiento. En Boston muchos antros y bares se encuentran en los alrededores del viejo estadio de los Medias Rojas. Nunca fui a verlos, pero en los antros de los alrededores se armaban chingonas tocadas y por ello me trae buenos recuerdos, en especial una de Corrosion of Conformity. Además, todo lo que huela a Boston y Nueva Inglaterra me trae la nostalgia de una bella época.
Por lo demás, volviendo al tema del deporte más hermoso del Mundo, solo me resta decir que este miércoles los Tigres debemos borrar a las rayas y tratar de lavar la afrenta de la pasada semifinal.
Somos infinitamente superiores.
Ahora solo debo resolver el acertijo ¿Dónde veré el partido? Si usted, lector de este blog, tiene Sky en su casa le hago una propuesta: Adopte a un Tigre prófugo de la fiebre beisbolera- El Tigre se compromete a pagar todas las bebidas y botanas que sea necesario consumir durante el encuentro y a amenizar la ocasión compartiendo el arsenal de anécdotas de clásicos que hay en su cerebro. El Tigre no se hace responsable por objetos rotos como consecuencia de los eufóricos festejos de los goles felinos. Tampoco responde por agresiones físicas o insultos en caso de mirar en los alrededores una camiseta rayada o algo que se le parezca. El Tigre advierte que en el improbable caso de una derrota, puede caer en un estado depresivo tan crítico, que se recomienda mejor no dirigirle la palabra. Si usted está en posibilidades de tolerar dichos inconvenientes, haga una buena obra y adopte a un Tigre por 90 minutos este miércoles. Le juro que se ganará el cielo con esta noble acción y tendrá la gratitud infinita de este aficionado felino exiliado en tierra beisbolera. Interesados comunicarse a danibasave@hotmail.com.
¿A quién carajos se le ocurre programar una doble jornada justo en la fecha en que se juega el partido más importante de todo el torneo de liga? Tigres vs Rayados el miércoles. Puta madre, que mala idea. Sin duda voy a estar hasta la madre de trabajo y por si fuera poco estoy forzado a ir a buscar a donde carajos verlo, pues el partido lo trasmite Sky y resulta que en casa tengo DirectTv. Ello me obliga a buscar un bar donde lo pasen lo cual el miércoles será literalmente imposible, pues estará jugándose la puta serie mundial
¿Qué significa eso? Pues que todos los bares de Tijuana estarán prendidos del pinche beisbol de mierda. ¿A quién le importa ese deporte de cagada? Me cagan las culturas beisboleras, simplemente no me identifico con ellas. Ya lo he dicho en otras ocasión, la pasión por este aburridísimo juego es lo único que todavía no logro comprender de la esencia tijuanense. Serie ¿mundial? ¿Pues de que puto mundo hablan? Me interesa más ver un partido de futbol de la liga Romero Manzo que ese pinche juego aburrido y despreciable cuyas reglas ni siquiera me interesa conocer. Solo una vez en mi vida he acudido a un juego de beisbol y no fue por mi voluntad. Resulta que yo estaba cubriendo al entonces gobernador de Nuevo León Fernando Canales quién acudió a inaugurar la temporada de los Sultanes de Monterrey. Me puse la aburrida de mi vida. Por fortuna el Gober no se quedó todo el juego y nos fuimos a tiempo, antes de que me quedara dormido. Estando en Nueva York acudí al estadio de los Yankees en el Bronx, pero no para ver un juego de beisbol, sino para cubrir algo igual o más aborrecible: Una pinche oración patriotera. Fue el domingo 23 de septiembre de 2001 y las buenas conciencias gabachas organizaron una oración colectiva en el pinche estadio en memoria de las víctimas del 11 de septiembre y yo tuve que ir a cubrirla. ?A prayer for America?, ahí nomás con el nombrecito se darán una idea de la calaña patriotera, fascistoide y w.a.s.p. del evento. Los aficionados del beisbol veneran ese pinche estadio como si fuera un templo, hagan de cuenta como si yo hubiera ido al Old Trafford de Manchester o al Maracaná de Brasil, pero para mí ir al estadio Yankee no significó un carajo y más bien me recuerda un instante de insufrible ahuevamiento. En Boston muchos antros y bares se encuentran en los alrededores del viejo estadio de los Medias Rojas. Nunca fui a verlos, pero en los antros de los alrededores se armaban chingonas tocadas y por ello me trae buenos recuerdos, en especial una de Corrosion of Conformity. Además, todo lo que huela a Boston y Nueva Inglaterra me trae la nostalgia de una bella época.
Por lo demás, volviendo al tema del deporte más hermoso del Mundo, solo me resta decir que este miércoles los Tigres debemos borrar a las rayas y tratar de lavar la afrenta de la pasada semifinal.
Somos infinitamente superiores.
Ahora solo debo resolver el acertijo ¿Dónde veré el partido? Si usted, lector de este blog, tiene Sky en su casa le hago una propuesta: Adopte a un Tigre prófugo de la fiebre beisbolera- El Tigre se compromete a pagar todas las bebidas y botanas que sea necesario consumir durante el encuentro y a amenizar la ocasión compartiendo el arsenal de anécdotas de clásicos que hay en su cerebro. El Tigre no se hace responsable por objetos rotos como consecuencia de los eufóricos festejos de los goles felinos. Tampoco responde por agresiones físicas o insultos en caso de mirar en los alrededores una camiseta rayada o algo que se le parezca. El Tigre advierte que en el improbable caso de una derrota, puede caer en un estado depresivo tan crítico, que se recomienda mejor no dirigirle la palabra. Si usted está en posibilidades de tolerar dichos inconvenientes, haga una buena obra y adopte a un Tigre por 90 minutos este miércoles. Le juro que se ganará el cielo con esta noble acción y tendrá la gratitud infinita de este aficionado felino exiliado en tierra beisbolera. Interesados comunicarse a danibasave@hotmail.com.