Eterno Retorno

Thursday, April 10, 2003



Ayer, al atardecer, me di tiempo de ir a contemplar la puesta de sol al Malecón. Me gusta la furtividad de nuestra playa. Me fascina esa tímida bohemia que esconde en su rostro. Lo mejor de nuestra playa es que ella no es plenamente consciente de su belleza. Por eso mismo no cabe en ella la petulancia o la mueca ensayada. Una pareja de delfines se dio gusto saltando a unos metros de la orilla. No es común verlos emerger de cuerpo entero a la superficie. Su espontáneo acto hubiera sido digno del Sea World. Ayer lo habrán repetido unas cuatro veces. A menudo en Tijuana olvidamos que los delfines nos contemplan mientras nos ahogamos en nuestro infierno cotidiano dando la espalda al mar. También me gusta ver parejas clandestinas y corazones solitarios. En verdad, quiero a nuestra playa.


Leer, beber, escuchar música. Combinación perfecta de tres placeres terrenales. Cuando se da el momento adecuado en el que libro, bebida y disco hacen equipo, uno en verdad se acerca al Nirvana.


Al anochecer me tendí a leer en el sillón de la sala acompañado de mi respectivo Black Label y con una buena dosis de descargas decibélicas en las bocinas. El libro era La materia del deseo. La selección musical varió mucho, hasta dar con el disco indicado de la noche. A veces hay canciones que cuadran con el momento. Ayer el Sinister Urge de Rob Zombie y Ace of spades de Mötorhead me cayeron de maravilla. El libro me empezaba a dar risa. No es malo, es simplemente pretencioso. Hice muchos apuntes y comencé a bloguar mentalmente. Mucho bloguo mental. Saqué varias conclusiones pero hoy solo recuerdo una: Que ridícula, falsa y cursi se oye la expresión hacer el amor. Pero Paz Soldán, en su novela político- erótico- sentimental se regodea cuando pronuncia la frase. "Recuerdo a Ashley desnuda cuando hacíamos el amor" o alguna miércoles por el estilo y yo, inspirado por el whisky y Black Sabbath dije no "pinches mamés". ¿Porque diablos no dices coger, follar, fornicar echar un polvo o un sucu-lento palito? No. Mi bolivian power se fue por la trillada y cursilona frase al más puro estilo de Ricardo Arjona: Hacer el amor. Sin duda piensa que coger es la forma burda y hacer el amor la poética y cree firmemente que el erotismo es para los chicos buenos y románticos. La pornografía para los malos y los feos de mentes cochambrosas.
Por lo demás la noveluka está chida. Plantea bien algunos dilemas y sentimientos comunes. Solo que ayer yo andaba chingativo y me dediqué a darle zapes mentales al autor. A decirle bájale de huevos y no seas cursi. A veces me pongo así y me divierto mucho.


Hoy, en la redacción de Frontera, conocí personalmente a Mister Phuy. Es el primer bloguita que conozco a posteriori al blog.