Cazando crepúsculos en nuestro litoral
Padre, hijo y perro cazando
crepúsculos en nuestro litoral. A veces olvidamos que basta caminar unos
minutos para irrumpir en la playa más fría, más desolada y más triste del
mundo. Playa teporocha, playa desbarrancadero, playa salitrosa eternamente contaminada,
playa herrumbre contemplada por las mil y una sombras habitantes de casas
fantasmales. Playa post apocalíptica, playa zombie, playa siempre furtiva, pero
es nuestra playa y sus atardeceres nos siguen embrujando sin remedio.