Eterno Retorno

Wednesday, November 02, 2022

deslizándose entre sábados de carretera y ríos deshidratados

 

 

Conocí a Patricia Laurent Kullick en el mítico taller de su paisano tampiqueño Rafael Ramírez Heredia en la Casa de la Cultura de Nuevo León. Era 1997 y en aquel entonces el nombre de Patricia era ya un punto de referencia en la literatura regia. Integrante de aquella mítica primera colección del Fondo Editorial Tierra Adentro en 1991 y del Centro de Escritores de Nuevo León, Laurent marcaba la pauta y tomaba la delantera generacional. La recuerdo mordaz e irónica en sus comentarios, sólida en sus lecturas. Sin demasiados aspavientos ni protagonismos derrochaba tablas y franqueza.
Narró naufragios y quebrantos interiores y retrató como pocas el frágil umbral de la locura. Siempre me identifiqué con su conflictiva relación con Monterrey y el espíritu regio.

“Aquellos que parten y lo hacen por la noche, como asesinos a punto de navajear el pasado, deslizándose entre sábados de carretera y ríos deshidratados, se llevan el buen recuerdo del aura bondadosa, verde y amarilla que envuelve a Monterrey. Pero es un engaño; el viajero vuelve, con el pecho congestionado de recuerdos, escupiendo sangre de tristezas acumuladas en la distancia, burlándose de aquellas veces que se emborrachó a la salud es esta ciudad”.
Su salud naufragaba desde hacía algún tiempo. Dijo adiós en Playa del Carmen en la fiesta de los Muertos. De Tampico al Camino de Santiago irrumpen esta y otras ciudades de este y otros canijos mundos donde habitan gigantas.