Eterno Retorno

Wednesday, June 22, 2022

¿Celebra usted la derrota magonista? ¿Conmemora usted, alcaldesa morenista, la victoria de un ejército porfiriano?

 


La Sexta es la calle donde arde y ha ardido la noche tijuanense. Ahí están el Dandy del Sur, el Tropics, la Estrella, la Ciruela Eléctrica y ahí estuvo la mítica primera sucursal de la Librería El Día. El nombre oficial de la Sexta, por cierto, es Ricardo Flores Magón. También se llama Flores Magón la Plaza de la Libertad de Expresión en Bulevar Kino. Lo fascinante es que en nuestra linda Tijuana hay también una calle llamada Defensores de Baja California mientras que nuestro parque más tradicional se llama Teniente Guerrero y cada año celebramos el 22 de junio como una fecha heroica frente a un monumento donde yacen los restos de los combatientes que rechazaron la invasión promovida  (fíjese usted nada más) precisamente por los señores Flores Magón. En nuestra polarizada historia de buenos y malos (hoy más polarizada que nunca por la narrativa oficial), Tijuana puede presumir estarle rindiendo homenaje, al mismo tiempo, a su invasor y a sus defensores, algo muy poco común en nuestro país. Algo que adquiere particular relevancia en este 2022, Año oficial de Flores Magón. Vaya, toda la documentación e iconografía oficial del Gobierno Federal trae la imagen del anarquista oaxaqueño. Por si fuera poco, el nombre de su periódico histórico, Regeneración, fue retomado por el órgano oficial de difusión morenista y yéndonos más lejos, no es casualidad que la palabra Regeneración forma parte de las siglas del partido en el poder. Conclusión: Flores Magón es un pilar fundamental en al actual narrativa oficialista y sin embargo hoy en Tijuana, como cada 22 de junio,  el Ayuntamiento honra con fanfarrias y ceremonia oficial a los militares que derrotaron a un movimiento magonista.

Si yo siguiera siendo reportero en activo, iría hoy a la ceremonia oficial frente al Monumento a los Defensores de Baja California y le preguntaría a la alcaldesa Monserrat Caballero:  ¿Celebra usted la derrota magonista? ¿Conmemora usted, alcaldesa morenista,  la victoria de un ejército porfiriano? ¿Tendría una mínima idea Monserrat de lo que le estoy hablando? No creo.  Cierto, el 22 de junio de 1911 Porfirio Díaz tenía 26 días de haber renunciado a la presidencia, pero en México gobernaba el interino Francisco León de la Barra, porfirista de cepa y el ejército era la misma tropa que defendió a don Porfirio. 

El monumento en donde cada 22 de junio se celebran honores militares fue construido a iniciativa de la profesora Josefina Rendón Parra y la Asociación de Descendientes de los Defensores de Baja California y ahí están enterrados cuatro civiles y dos militares que fueron parte de esa gesta. Se trata de “un Monumento que conmemora la expulsión del movimiento magonista y del filibusterismo, la protección a la soberanía nacional. Siendo un altar a la defensa de la Península de Baja California”, se expresó en la exposición de motivos de su edificación.

Es cierto que entre los atacantes había muchos estadounidenses, de la misma forma que había europeos y por supuesto, muchos mexicanos. Había anarquistas de la organización Workers of the World, socialistas estadounidenses como John R.  Mosby o Simon Berthold, algunos aventureros que llegaron con una mano adelante y otra atrás y oportunistas de toda especie (hasta mi querido Jack London apoyaba a la distancia). Aunque los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón tuvieron mucho que ver en su gestación, tampoco es acertado estereotiparlo como un movimiento única y estrictamente  magonista, pues hubo otras corrientes involucradas y algunos de los participantes eran o acabaron siendo maderistas declarados. Por supuesto, no es descartable que en un río tan revuelto haya habido algunos pescadores que deseaban obtener ganancias personales y el anarquismo libertario que pretendía emancipar a los trabajadores y abolir el gobierno, haya degenerado en el filibusterismo vil de Louis James. En teoría, un auténtico movimiento anarquista ortodoxo discípulo de Bakunin repudiaría la idea de una anexión imperialista. Pero ya sabemos que la bandera de la libertad ha sido tradicionalmente utilizada por muchos oportunistas.

Ya se ha derramado muchísima tinta y saliva sobre los polémicos acontecimientos de 1911. Sin duda los expertos como Samaniego o Gabriel Trujillo tienen mucho más para explicar.

El libro de la historia de lo que pudo haber sido tiene infinitas páginas. Hay quien cree que la rebelión de 1911 pudo representar la creación de la República de Baja California. Hay también quien sostiene que en aquella primavera se pudo definir la transformación de Baja California en una estrella más entre las barras rojas estadounidenses y que si actualmente el Estado 29 es parte del territorio mexicano y no de Estados Unidos, es gracias a los mártires encabezados por Celso Vega. Al final, la historia dice que el 22 de junio los invasores fueron derrotados y expulsados de la región para pasar a la posteridad como filibusteros, mientras los defensores de Baja California entraban por la puerta grande a la inmortalidad, si bien el reconocimiento a su valor quedó limitado al ámbito regional bajacaliforniano, pues la “historia de bronce”, siempre tan centralista, les ha negado un sitio en el pandemonio de los “héroes” de la nación.

Pd- Tengo serias dudas en torno a si el libertario y siempre indómito Ricardo Flores Magón se sentiría identificado con el estilo personal de gobernar del actual presidente.