Su mayor concesión a esa no bien definida rebeldía
De
cualquier manera, su condición de
prófugo de un mundo raro no la manifestaba Ghoul en su facha. Su pelo crespo e
indefinido en una permanente ondulación solo era domesticable cuando estaba muy
corto, así que nunca supo lo que se siente tener una larga greña sudada cayéndole sobre la espalda.
Tampoco experimentó en sus orejas, nariz y cejas el filo de un artefacto
metálico horadando piel, pues sus tempranos
empleos en la tabla baja de los Godínez le impedían ir por la vida con
manifestaciones demasiado llamativas que lo identificaran como cofrade
irredento de ese mundo extraño que solo emergía a través de los audífonos. Su
mayor concesión a esa no bien definida rebeldía, eran las camisetas de Marilyn
Manson que solía llevar debajo de la tiesa camisa formal con el logo de la
empresa bordado en el pecho.