Al menos una certidumbre tengo: cuando escribí Días de
Whisky
Malo no estaba pensando precisamente en
un Hibiki. Caray, pero qué elixir más delicioso. Lo siento mis amigos escoceses
chivitas y buchaneros, pero los nipones les pusieron un baile. Puro ámbar
añejado en roble japonés con toques cítricos, amaderados y hasta de durazno. La
botella simboliza las 24 estaciones del antiguo calendario lunar nipón. Ideal
para beberse mientras escuchas el Senjutsu de Maiden. Noches de Whisky
Exquisito se llamará el nuevo libro.