Cabos sería una suerte de Sarajevo en 1914
Pocos, poquísimos
recuerdan que hace 20 casi años, en el otoño de 2002, Los Cabos BCS se
convirtió en un búnker de guerra cuando se celebró la magna cumbre de
Asia-Pacífico. Frente al idílico arco había buques de guerra, sobre los campos
de golf volaban helicópteros militares y los resorts de lujo estaban llenos de
agentes del Servicio Secreto. Resulta que George Bush hizo su arribo a ese
balneario justo cuando estaba cabildeando el inicio de la guerra en Irak, en la
siniestra espiral post 9/11 y respiraba un ambiente bélico (Putin ya estaba en
camino, pero la toma del teatro moscovita por rebeldes chechenos lo hizo dar
media vuelta y cancelar su visita a Baja California Sur). Ahí andaba yo como
reportero de Frontera cubriendo la cumbre y por un momento me imaginé: ¿qué
carajos pasaría si de pronto surge aquí un Gavrilo Princip o un Lee Harvey
Oswald que le dé un par de plomazos a Bush? Cabos sería una suerte de Sarajevo en 1914. Producto de ese alucine nació este cuento llamado Belén Arzaluz sueña que
mata a George Bush, incluido en el volumen Dispárenme como a Blancornelas. Pues
bien, hace unos minutos mi brotherazo en La Habana, Rafael Grillo, me ha
informado que Isliada, la icónica Tierra Prometida de la literatura cubana, ha
publicado mi cuentico. Vaya sorpresa. Ahora sí que tómense un mojito y pásenle
a leer colegas.
Belén Arazaluz sueña que mata a George Bush - Daniel Salinas Basave (isliada.org)