Eligió ser el escritor pero mucho tiempo fue el personaje
No era solo un narrador de novela negra: la encarnaba.
Empezó a contar historias cuando ya había vivido demasiado. Eligió ser el
escritor pero mucho tiempo fue el personaje. Emergió de las profundidades, como
una suerte de prófugo del Complot Mongol, irradiando esa esencia policial de la
vieja guardia. Nos puso a bailar a todos el Pasito Tun Tun y derrochó párrafos
de negrísimo azabache. Brotó del lado
más rudo de la vida, del camino del puño cerrado y sin embargo fue siempre un
corazón noble. Recuerdo muy bien el día que lo conocí, en la Feria del Zócalo
de 2016, presentando Dispárenme como a Blancornelas junto a Ronberto Bacardini
y Rudy Cruz. Te vamos a extrañar Memo. Salud hoy y siempre con el peor whisky
del mundo.