Eterno Retorno

Thursday, January 13, 2022

Sin embargo, muchos hablarían de brujería y de manipulación diabólica…

 


¿Será ésta mi nueva imagen en un futuro ya no tan lejano? Sucede que Carol me ha prestado sus recién estrenados lentes y (oh sorpresa) me han sentado de maravilla. Una nueva perspectiva espacial se desplegó ante mis ojos. Incluso manejé con ellos y me sentí muy a gusto. ¿Acaso necesito lentes y no lo sabía? Buena parte de mi día se consume leyendo y escribiendo, mirando fijamente una pantalla o un papel. ¿Habrá llegado el momento de hacerme el examen de la vista?

Si bien, existen indicios de artefactos ópticos desde épocas tan remotas como el Antiguo Egipto, se atribuye al florentino Salvino D’Armato degli Armati la invención de las gafas modernas a finales del siglo XIII. El diálogo de Fray Guillermo de Baskerville y Nicola en El Nombre de la Rosa de Umberto Eco relata este acontecimiento:

Nicola cogió la horquilla que Guillermo le ofrecía. La observó con gran interés, y exclamó:

“– ¡Oculi de vitro cum capsula! ¡Me habló de ellas cierto fray Giordano que conocí en Pisa! Decía que su invención aún no databa de dos décadas. Pero ya han transcurrido otras dos desde aquella conversación.

– Creo que se inventaron mucho antes -dijo Guillermo-, pero son difíciles de fabricar, y para ello se requieren maestros vidrieros muy expertos. Exigen mucho tiempo y mucho trabajo. Hace diez años un par de estos Viteri ab oculis ad legendum se vendieron en Bolonia por seis sueldos. Hace más de una década el gran maestro Salvirio degli Armatí me regajó un par, y durante todos estos años los he conservado celosamente como si fuesen, como ya lo son, parte de mi propio cuerpo”.

 ¡Qué maravilla! -seguía diciendo Nicola-. Sin embargo, muchos hablarían de brujería y de manipulación diabólica…

Siete siglos después la cosa no ha cambiado mucho que digamos. ¿Tiempo de emular a mi tocayo Guillermo?