Power Up
En torno al disco del año
francamente no necesito quebrarme la cabeza ni tengo demasiadas dudas: es el
Power Up de AC/DC, mi soundtrack en las últimas semanas de este desquiciado
veinte-veinte que aún no nos ha caído. El álbum lleva su esencia en el nombre.
Es puro poder pa arriba, puro encendido de motores neuronales, pura prendidez.
¿Y cómo suena PWR Up? Suena, por fortuna, a cualquier disco de AC/DC. Un trago
de Jack Daniels derecho siempre sabrá a un trago de Jack Daniels derecho y por
eso mismo es delicioso. No necesitas mezclas ni combinaciones mamonas. ¿Se
imaginan si les dijera que en su nuevo disco AC/DC se hace acompañar por dos
dj, coristas femeninas, cajas de ritmos e innovadores loops? Qué horror. AC/DC
suena a lo que siempre ha sonado AC/DC de la misma forma Motörhead siempre sonó
a Motörhead y nunca necesité nada más (y vaya que lo extraño al pinche Lemmy)
Lo siento colegas, pero en música yo no necesito mucha innovación que digamos y
suelo ser inmensamente feliz con el mismo viejo Rock and Roll de siempre.
Cuando yo tenía unos diez años de edad mi tío José Manuel me grabó mi primer
casete de AC/DC (el Back in Black, obviamente) y desde entonces la banda me
acompaña en el viaje de la vida. En cualquier caso, me emociona saber que unos
rucandrollers que le andan pegando a los 70 años de edad sean capaces de
tirarse a matar componiendo nuevas rolas tan poderosas. Yo la verdad pensé que
después de la muerte de Malcolm Young ya no habría nada nuevo. Vaya, aunque
Angus es el alma y el símbolo, Malcolm era el fundador y líder. De hecho este
disco está dedicado a su memoria como el Back in Black en 1980 estuvo dedicado
a la memoria de Bon Scott (y no, no voy a caer en la odiosa comparación ni en
la blasfemia: Power Up es solo un buen disco y Back in Black es una de las
mayores piezas en toda la historia del rock y de la música contemporánea en
general, pero en este 2020 tan contaminado por basura reguetonera y pop, este
disco me sabe a gloria). Claro, el choque anafiláctico se produce cuando
después de ir escuchando AC/DC en la carretera, llego de compras al Calimax y
me recibe el módulo de una funeraria en donde reparten folletos sobre las
cómodas mensualidades para pagar mi cremación y (¡el horror!!!) las rolas
navideñas de luis miguel (en el mundo de la música solo puede haber algo más
patético que luis miguel y ese non plus ultra del patetismo es luis miguel
cantando villancicos). Salgo corriendo de ahí, pongo el Power Up a todo volumen
y concluyo que los riffs de Angus Young son patrimonio cultural de la humanidad
mientras acelero a fondo por la Escénica y la vida vuelve a tener sentido.