destellos criarturos
La promesa de una nueva criatura literaria
irrumpe como el destello de una débil lucecita en medio de un cielo color
chapopote. Te ha dado por equiparar esos brotes con la repentina aparición de
colas o aletas de cetáceos cuando contemplas el Pacífico. Cuando te sientas a
mirar el mar con ojos pacientes y analíticos, casi siempre acabas por
distinguir algún delfín en la lejanía. Cierto, estos avistamientos distan de
ser muy claros y a menudo apenas
distingues el bamboleo circular de su
torso, aunque algunas veces, muy pocas, los has visto emerger de cuerpo
completo en un acrobático salto que envidiaría el Sea World. Así más o menos son tus avistamientos
narrativos. Irrumpen de la nada en medio de una caminata y de ti depende
capturar la idea antes de sentir cómo irremediablemente se diluye de la misma
forma que la aleta del delfín desaparece para ya no verla más.