Perder la mirada en el cosmos al momento de experimentar una venida de aquellas. Esa fue su fantasía cuando supo que compartiría la suite-burbuja con Edurne: la lengua de su chica llevándola lentamente hacia la pequeña muerte mientras ella se abandonaba a un dulce letargo con la mirada perdida en las estrellas. Intenta recordar y fue ahí donde se le apagó la luz. La lengua de Edurne danzando sobre su clítoris, sus ojos perdidos en el manto de estrellas y la canija venida que nunca llegó. De pronto todo fue negro y ahí acabó todo.El alcohol en abundancia conjura el sueño y los orgasmos y la peor noticia, es que una peda con el Carmenere que lleva su apellido pega como patada de mula al día siguiente.
Tuesday, September 10, 2019
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